Uno de los principales retos de la industria del mármol almeriense pasa por la mejora de sus cifras exportadoras, más aún, teniendo en cuenta la grave crisis económica que atraviesa la construcción, que le está haciendo padecer sus consecuencias con mayor dureza que a otros sectores, también estratégicos para la provincia.

Ante esta situación, convertida desde hace dos años en una necesidad, debido a la crisis, la Junta ha decidido coger al toro por los cuernos y ha promovido la concentración de las empresas más pequeñas de la piedra natural, pues son las que presentan mayores dificultades a la hora de salir al exterior, en comparación con sus 'hermanas mayores', que cuentan con más infraestructuras y presupuesto para ello.

Por ello, a través de la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia, está impulsando la concentración de estas pymes, con el objetivo de mejorar sus ratios de internacionalización, como una de sus principales medidas dentro de su Plan de Actuación Estratégico.

Desde abril de 2009, cuando se presentó este plan de acción, con el reto de implantar un paquete de medidas para reactivar la industria del mármol, la Junta ha apadrinado la creación de cuatro empresas, que concentran a un total de 30 pymes, además de que se han constituido cinco agrupaciones que aglutinan a otras 59 pequeñas empresas.

Esta concentración supone un gran paso para el sector del mármol, pues Almería cuenta con algo más de 200 empresas en la Comarca de Macael, lo que significa que ya se han agrupado en torno al 42% del total de las que trabajan en la provincia, lo que les permitirá mejorar sus niveles de exportación.

Además, a través de la Consejería de Economía, la piedra natural almeriense ya ha recibido casi 13 millones de euros en ayudas percibidas en concepto del citado Plan de Actuación, lo que ha permitido a la comarca el mantenimiento de alrededor de 2.700 puestos de trabajo.

El 94% de los incentivos concedidos por la Junta han ido dirigidos a pequeñas y medianas empresas, las más necesitadas de liquidez para impulsar proyectos y mantener la producción, pues cuentan con parámetros diferentes de competitividad en relación con el mercado, así como con los clientes finales.

Desde la propia Consejería se manifiesta que cerca del 23% del clúster de la piedra está integrado en el proceso de reconfiguración sectorial hacia una mejora de la competitividad del sector, afectado especialmente por la crisis por su vinculación a la construcción y con el sistema financiero.