Tiene 28 años, se dedica a lo que estudió, es un apasionado de su profesión y, además, ha emprendido varias aventuras empresariales en el sector que le gusta. Se llama Óscar Muñoz y tiene lo que tiene, no por suerte, más bien por trabajo y dedicación.

Este joven almeriense estudió Derecho en la Universidad de Almería y ejerce la abogacía desde hace cinco años, principalmente en la rama de responsabilidad civil. En su etapa como estudiante compaginaba los libros con el trabajo de camarero en el pub La Clásica los fines de semana. De él destacan características importantes para este último sector y son su simpatía y don para las relaciones sociales, si bien, él se confiesa algo tímido en su lado más personal.

En marzo de 2008, cuando ya se presagiaba un declive económico, no se amedrentó, sino que emprendió su camino empresarial. Óscar, junto a su hermano Rubén y Paco Capulino, abrían entonces las puertas de un bar de copas que hoy sigue adelante: La Chica de Ayer. Cuando están a punto de celebrar el cuarto aniversario de este establecimiento, este empresario y su hermano, licenciado en Ciencias Políticas, apuestan por seguir avanzando y antes de Semana Santa esperan inaugurar un nuevo local enfocado a la restauración y la coctelería, y que llevará por nombre San Francisco 26, ubicado en la esquina que comparte la calle Ricardos y San Francisco de Asís. Para este nuevo proyecto empresarial contarán con Cristóbal González y Sebastián Samper como socios, además de un cocinero extraordinario como es Jorge Andújar. Éste, preparado en la Escuela de Hostelería Almeraya, de Almería, ha trabajado en La Rioja en el Restaurante Tondeluna, propiedad de Francis Paniego, poseedor de dos Estrellas Michelin.

San Francisco 26 ofrecerá sus servicios, tanto en el interior del local como en su acogedora terraza, desde la mañana, para servir desayunos, hasta la noche para cenas y cócteles, los cuales serán una enseña clave del nuevo establecimiento. Además, prevé abrir los domingos, algo casi inusual en el centro de Almería, y servir una cocina innovadora, basada en alimentos tradicionales con 'toques' modernos. "Se trata de ofrecer un servicio complementario a La Chica de Ayer", señala Óscar.

No corren buenos tiempos en términos económicos, pero existe gente emprendedora, arriesgada y que cree en sus capacidades, como es este joven empresario. "Montar ahora un negocio es complicado por la incertidumbre que existe a corto y medio plazo, aunque confío en que se están tomando medidas adecuadas para solucionar este problema. Exige mucha responsabilidad, pero también tener ilusión y creer en tu negocio".

Si siete días tiene la semana, Óscar trabaja todos, pero tiene muy claro un aspecto: "Mi profesión verdadera es la de abogado, es lo que siempre me ha gustado, lo otro es una afición, que me encanta al igual que a mis socios".

Su tiempo libre básicamente se limita a las tardes de los domingos, si bien tiene la suerte de compartir a sus amigos los fines de semana en La Chica de Ayer, "al estar rodeado de gente conocida, intentas hacer de la obligación una diversión".

Para este emprendedor nato, "no hay negocio bueno o malo, sino que todo depende de cómo se gestione". Lo que sí destaca de Almería es que es una ciudad muy peculiar, especialmente en el campo de la hostelería, en el sentido de que en ella se valora poco su oferta, es decir, que en otras ciudades los almerienses estarían dispuestos a pagar más por un servicio similar al local.

Finalmente, Óscar hace una llamada a las administraciones para que apoyen a los emprendedores ya que son fuente de generación de empleo. "Es necesario simplificar trámites y apoyar fiscalmente a la gente que, arriesgando su dinero, genera empleo y riqueza. En el caso concreto de Almería, su Ayuntamiento ha facilitado enormemente toda la burocracia que rodea a la obtención de las licencias y permisos necesarios, siendo un ejemplo de lo que debería ser una administración rápida y eficaz al servicio del emprendedor".