El Centro de Cultura Cajamar acogió el pasado 5 de junio la jornada 'Las nuevas tecnologías en la restauración ambiental' en la que algunos de los mejores expertos en degradación de terrenos y desertización ofrecieron su particular punto de vista acerca de la situación en España y en la provincia almeriense en esta materia.

Uno de los participantes fue Miguel Ángel Domene, responsable de Restauración Ambiental de la Fundación Cajamar, encargado de explicar los ensayos realizados en la cantera de Holcim en Gádor, en virtud de un acuerdo de colaboración entre ambas entidades, sellado en marzo de 2011, por el que se están utilizando enmiendas orgánicas y acolchados en esta explotación, que está logrando un resultado muy satisfactorio en la revegetación de la zona en el primer año de plantación, lo que permitirá trasladar estas pruebas piloto a escala real, el verdadero objetivo de la iniciativa.

La provincia de Almería es una de las más castigadas por el avance de la desertización, un fenómeno "preocupante, que unido al incremento de temperaturas y cómo se alarga el periodo estival, debido a la ausencia de lluvias, puede cambiar el panorama a medio o largo plazo si no hacemos una actuación en cuanto a la vegetación que hay presente en la provincia", asegura Domene.

Aunque no se debe alarmar a la sociedad con el aumento de la desertización en Almería, "sí es cierto que cada vez es mayor el porcentaje de superficie o de áreas degradadas que existen en la provincia", explica.

Para contrarrestar este fenómeno, en Almería, la Fundación Cajamar, dentro del Área de Medio Ambiente y Sostenibilidad, "está intentando desarrollar un modelo integral de restauración ambiental que ya hemos aplicado en doce parcelas, a lo largo de un tramo del Mediterráneo, desde la provincia de Almería hasta Valencia, donde estamos viendo cómo evolucionan esas plantas, además de que en Almería contamos con doce parcelas experimentales donde hacemos un seguimiento de las mismas", señala Miguel Ángel Domene.

Este proyecto de restauración ambiental de la Fundación Cajamar comenzó en 2008 y en la actualidad, "hemos desarrollado el primer modelo de restauración ambiental propio, con unos resultados muy positivos".

Uno de los ejes de restauración ambiental se dirige hacia la restauración de canteras, algo que las empresas que las explotan están obligadas a realizar, según la Ley de Minas y el Real Decreto 2994/28. "El problema que tenemos en Almería es que debido a las condiciones climáticas tan adversas, los suelos semiáridos y la escasa pluviometría, se pueden hacer actuaciones, pero actualmente tienen un porcentaje de mortandad muy alto; se necesita incidir en nuevas tecnologías que aumenten la supervivencia de esas plantas".

En la cantera de Gádor, el proyecto de Holcim y la Fundación Cajamar ostenta "un 95-98% de supervivencia", un grado muy elevado, teniendo en cuenta el año tan seco que ha habido en 2011, además de que el actual "está siendo mucho peor aún", destaca Domene. La idea de este proyecto es poder extrapolar este modelo a todo tipo de formas geográficas y llevarlo a cabo a gran escala, más allá de los ensayos.