Estudiantes de diferentes centros de Educación Secundaria de Almería acudieron ayer a la cita con Clásicos, ¡a escena!, una de las actividades de las XXIX Jornadas de Teatro del Siglo de Oro dirigida al público escolar. Los alumnos llenaron el Teatro Apolo para disfrutar de las interpretaciones de sus compañeros de clase.

Al escenario subieron estudiantes de los institutos Sol de Portocarrero, El Alquián, Sabinar (Roquetas de Mar) y de la Escuela de Arte. Todos ellos trabajaron los textos en clase durante el año junto a sus profesores, también presentes en el Apolo y encargados de presentar las correspondientes actuaciones al público asistente.

Los primeros en subir a escena fueron los alumnos del IES Sol de Portocarrero, de La Cañada, quienes interpretaron El viejo de los refranes, de Francisco de Quevedo, y un fragmento de Fuenteovejuna de Lope de Vega a través de la voz de Laurencia. Otro grupo de este mismo centro educativo representó Las aceitunas, de Lope de Rueda.

Lo hicieron al más puro estilo La Barraca, la compañía que creó el poeta Federico García Lorca. Precisamente, las XXIX Jornadas rinden este año homenaje a esta compañía inigualable mediante una exposición que permanece abierta al público en el Patio de Luces de la Diputación Provincial de Almería.

El grupo de teatro Aquelarre de Comediantes, del IES El Alquián subió a escena El juez de los divorcios, de Miguel de Cervantes; mientras que la Escuela de Arte de Almería escogió el monólogo de Segismundo en un fragmento de La vida es sueño de Calderón de la Barca. Cada centro educativo dio un toque especial y personal a los fragmentos de obras interpretadas en esta jornada de 'Clásicos, ¡a escena!' que cerró el IES Sabinar, de Roquetas de Mar. Los alumnos del grupo Enamora2, que dirige Diego Reche, interpretaron fragmentos de El perro del hortelano, de Lope de Vega; Romeo y Julieta, de Shakespeare, y Don Juan Tenorio, de José Zorrilla. Todo ello llevado a un escenario de instituto, espacio del que proceden los participantes en esta actividad que, a su vez, se ha convertido en un clásico dentro de la programación de las Jornadas de Teatro del Siglo de Oro.