La Delegada de Cultura, Isabel Arévalo, acompañada de Arturo del Pino, director del Museo y Manuel Ramos, Jefe del Departamento de Conservación e Investigación del museo, presentaron ayer la exposición Al­Mariyya. Puerta de Oriente, con motivo de la celebración este año del milenario de la taifa almeriense.

Arévalo destacó que se trata de la mayor muestra de cultura material andalusí realizada nunca en Almería. Se trata de una exposición de producción propia, es decir, por la Junta de Andalucía, cuyo diseño y montaje ha corrido a cargo del propio Museo de Almería, y de su comisario, Manuel Ramos.

En ella el visitante podrá disfrutar de cerca de 350 bienes culturales de todo tipo, más de la mitad restaurados o intervenidos en los propios talleres del museo, organizadas en siete grandes secciones: la religión, la ciudad, la casa, el palacio, la artesanía, el comercio y la guerra.

Un recorrido que no dejará indiferente a nadie, una oportunidad única para los almerienses, andaluces y público en general, para aproximarse a la historia, a la arqueología y a la cultura de un largo periodo de la evolución de Almería desde el año 711, con la llegada de los primeros musulmanes, hasta la definitiva expulsión de los moriscos, en el siglo XVI.

Más de ocho siglos de impronta cultural islámica, donde se podrán ver objetos tanto de excavaciones arqueológicas antiguas de la Alcazaba o de la Mezquita Mayor, hoy iglesia de San Juan; o recientes, como las llevadas a cabo en el Mesón Gitano, a las faldas de la Alcazaba, y que han puesto en evidencia una barrio con diecisiete inmuebles andalusíes.

"En la muestra, afirma Ramos, desde los humildes materiales de construcción de las casas, las columnas, las refinadas decoraciones de estuco extraídas de sus paredes, las yeserías, las artesanías, los juguetes, los objetos de adorno (pendientes, pulseras, anillos, ...), el instrumental doméstico para el adorno y el cuidado personal, los amuletos. La moneda, el reloj, las armas, la documentación, las inscripciones, los elementos para señalar las sepulturas en los cementerios y los más curiosos epitafios de los almerienses de entonces".

Por su parte, el director del Museo, resaltó el enorme esfuerzo y la ilusión demostrada por todos y cada uno de los trabajadores del museo, que con profesionalidad y dando muchas horas de trabajo han hecho posible una muestra para estar sobradamente orgullosos.

"Han sido meses los dedicados a la investigación, la selección, el inventario, la catalogación, la restauración y puesta en escena, para que el público almeriense y los visitantes puedan disfrutar de un muestra que supondrá, sin duda, un valor cultural añadido tanto para el turismo, como para la economía de nuestra tierra", dijo Arturo del Pino.

La muestra podrá visitarse en el Museo de Almería hasta el 25 de octubre, y en ella han colaborado como patrocinadores las empresas Michelin y Cajamar.

La exposición va acompañada de su correspondiente catálogo, en este caso en formato digital, accesible a todos los públicos, que podrán obtenerlo directamente a través de la página web del museo en los próximos meses.

En él se despliega una impresionante selección de la cultura material del periodo con el concurso de los mejores especialistas, así como un desarrollo diacrónico de la historia de la Almería andalusí, todo ello orquestado por Manuel Ramos, como comisario.

El catálogo es en sí la garantía de pervivencia de la propia exposición, afirma el director, un trabajo ingente de documentación aportada por los investigadores y el pasado islámico en las últimas décadas. Es pues, un compendio, a la vez que una revisión interdisciplinar en la que los recursos naturales, el paisaje, las fuentes escritas, la arqueología, el arte y otras disciplinas, como la numismática o la epigrafía, reconstruyen el proceso histórico de Al­Mariyya.

El catálogo aporta muchísimas novedades, muchas de sus piezas serán publicadas por primera vez, gracias al buceo al que han sido sometidos los fondos del Museo de Almería; a la misma vez que se ha realizado una concienzuda pesquisa por distintas instituciones patrimoniales, con el fin de completar dicho catálogo con aquellos bienes que se encuentran por avatares históricos, en sus dependencias, ya sean andaluces, nacionales o internacionales.