Cultura

El joven cantaor granadino Tomás García debutó en la Peña El Taranto

  • El artista, que gustó mucho al público, estuvo acompañado por Antonio de la Luz

Un público ávido de escuchar música flamenca de la buena volvió a completar, en la noche del viernes, el aforo de la sede de la Peña El Taranto. El segundo recital del curso 2015-2016 en la Peña El Taranto presentaba el atractivo de la novedad, con la presentación en los aljibes árabes de dos jóvenes artistas que están empezando a destacar en el mundo flamenco.

Al cante, el jovencísimo Tomás García González, natural de El Padul (Granada). Con solo 17 años ganó el primer premio del V Certamen de Jóvenes Flamencos: Desencaja 2014, celebrado en el Palacio de Congresos y Exposiciones de la Línea de la Concepción (Cádiz) el 13 de diciembre del pasado año.

Un hito sin duda en su incipiente carrera en cuanto que le abría las puertas a los circuitos más importantes del flamenco a nivel nacional, como Flamenco viene del Sur y Ocho provincias. Al toque Antonio de la Luz, otro joven valor granadino, que acompañó a Tomás García en la actuación que le valió el premio en La Línea.

Tomás debutaba el viernes en una plaza de primera, la que Don Antonio Mairena bautizó como la "Capilla Sixtina del Flamenco", después de haberlo hecho en otra de las grandes: la Peña La Platería de Granada. Tomás, que tiene 18 años pero que aparenta un par menos, se enfrentaba con otro hito importante en su incipiente carrera de artista: el de convencer a un público entendido y que tiene el oído acostumbrado al mejor flamenco. No obstante, este público que escucha con respetuoso silencio, más generalizado en los conciertos de música clásica, acoge con calor y cariño a artistas noveles que tratan de abrirse camino en una carrera que solo culminan una minoría de elegidos.

El presentador del recital, Antonio Zapata Roldán, hizo un somero repaso a los artistas que hoy son grandes figuras y que debutaron siendo muy jóvenes en el templo flamenco de los aljibes almerienses.

Vino Tomás a Almería este viernes consciente de la importancia del encuentro; "lleva todo el día sin comer", comentó su padre a las once de la noche, una vez finalizado el recital. Tiene el cantaor de El Padul una buena voz y una afición desmedida por el flamenco. Estudiante universitario, Tomás se preocupa por aprender bien de los maestros del cante. En la noche del viernes se "acordó" de Don Antonio Chacón, del jerezano-granadino Manuel Celestino Cobos Cobitos y de su añorado paisano Enrique Morente. Comenzó por malagueñas, para seguir por soleares, tientos-tangos, fandangos de Huelva, siguiriyas y terminar, como es tradicional, por bulerías. Antes de este último cante, Tomás solicitó el beneplácito del público por el "atrevimiento" de concluir con una "canción por bulerías": la célebre "Lucía" de Joan Manuel Serrat.

No defraudó, ni mucho menos, Tomás García en su presentación en la Peña El Taranto. Todos somos conscientes, él el primero, de que está dando sus primeros pasos en un camino largo y lleno de dificultades. Condiciones y afición tiene sobradamente para que, en un proceso de mejora continua, podamos contar con otro valor del flamenco. Seguiremos, como aficionados, atentos a su trayectoria.

Actuó en los aljibes con su, también joven y debutante en los aljibes, guitarrista habitual: Antonio de la Luz. Como dijo Zapata, en la presentación, Granada es una tierra de grandes guitarristas flamencos. Cuna, digo yo por ejemplo, de uno de los mejores guitarristas de acompañamiento de la segunda mitad del pasado siglo: Juan Carmona Habichuela.

Antonio de la Luz, exhibió muy buena técnica y estuvo pendiente todo el recital del cantaor. Su mirada siempre puesta en Tomás, atento a cualquiera de sus gestos. Como cuando le daba "permiso" para que el guitarrista, aliviando al cantaor, diera rienda suelta a su inspiración. Interesante el debut de Antonio de la Luz en El Taranto.

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