La delegada provincial de Cultura, Yolanda Callejón, asistió el jueves a la presentación de Gadea, la obra del poeta murciano afincado en Almería, Domingo Nicolás, que fue galardonada con el XXXIV Premio Nacional Rafael Morales 2008, convocado por el Ayuntamiento de Talavera de la Reina. Gadea fue escogida por el jurado entre 170 obras presentadas al certamen, de autores procedentes de países como Méjico, Argentina, Cuba, EEUU, Bélgica o Gran Bretaña, entre otros.

La responsable provincial expresó su felicitación al autor por "el merecido premio" y resaltó "tanto la calidad literaria de su obra, como las cualidades humanas de Domingo Nicolás, al que me consta que el sector cultural de la provincia admira y respeta". Callejón elogió la repercusión y la proyección que el premio le ha dado a la obra de Domingo Nicolás, tanto dentro como fuera de Andalucía, cuyo logro le ha hecho merecedor de tal distinción".

El salón noble de la Delegación del Gobierno se llenó de público para esta presentación, que contó, entre otros asistentes, con numerosas personalidades de la cultura almeriense. Entre ellos, los poetas Julio Alfredo Egea, Pilar Quirosa y Ana María Romero Yebra; el premio nacional de Fotografía, Carlos Pérez Siquier; o los pintores Dionisio Godoy y Rafael Gadea, este último, además, amigo personal de Domingo Nicolás, cuyo nombre inspira el título de la obra premiada. La presentación del libro, que ha sido editado en la colección Melibea de Poesía, corrió a cargo del profesor de Literatura de la Universidad de Almería, José Luis Muñío Valverde, quien realizó un exhaustivo análisis literario de la obra de Domingo Nicolás.

El docente se detuvo en versos, palabras, conceptos y temáticas, resaltando aspectos, como la utilización de un lenguaje personal, que hacen de Domingo Nicolás un poeta singular. "Utiliza términos nada habituales, a veces incluso no reconocidos por la Real Academia de la Lengua, pero fácilmente identificables", subrayó el profesor.

Para Muñío Valverde "en este libro, el poeta continúa la experimentación de la desnudez de la palabra, que se percibe en anteriores obras, eliminando lo que le parece superfluo".

El profesor consideró que "el poeta ha escamoteado algunas pasarelas que necesitábamos los lectores para transitar por los poemas; al parecer, conscientemente, para que las construyamos nosotros mismos".

Para cerrar el acto, Domingo Nicolás recitó varios de sus poemas antes de recibir el caluroso aplauso de escritores y amigos.