SI en este país existieran normas justas, que a la vez se pudieran ejecutar, no se hubiese llegado a una situación tan bochornosa como irritante. Al amparo de la ley, los tramposos permanecen en primera con una munición comprada y no pagada. Así nos luce el pelo. Al menos, este desgobierno me permite confirmar las negligencias analizadas durante el presente verano y exponer otros asuntos que se quedaron en el tintero. Estoy seguro de que Alfonso García no estará muy satisfecho con 7.000 abonados. Yo creo que es una cantidad bastante respetable, si tenemos en cuenta la pasividad y la desidia de un club que todavía espera la respuesta de los más indecisos allá en el Estadio Mediterráneo, sentados a la sombra, como auténticos marqueses. Los que estarán contentos, y muy morenos, son los valientes abonados de preferencia que acudieron, a las 19:00 horas, al Memorial Juan Rojas; anti marketing puro y duro. Por el contrario, otros sí innovan: me encanta la segunda equipación de la SD Huesca, con la célebre cruz de San Jorge. Aquí, ni renovamos ni apelamos a nuestra historia. Roberto Wu, nuevo galeno de la UD, manifestó su escasa pasión por el fútbol y su deseo de seguir aprendiendo en nuestro club; declaraciones sinceras pero, cuando menos, sorprendentes. Lo admito, echo de menos a Uche. Una diversión menos, un jugador peculiar e irrepetible. Con su desgana, sacaba de sus casillas a más de uno, pero hemos presenciado, in situ, su talento, comparable al de las grandes estrellas. Eso sí, sólo cuando le apetecía. Sinceramente, varias de sus jugadas podrían borrar de un plumazo la honesta trayectoria de cualquier jornalero del fútbol. No me entusiasman los toros, pero yo seguía a Curro Romero.