UNO de los privilegios que concede la máxima categoría es el de transmitir por televisión todos los encuentros de liga. Después de saborear las gambas durante cuatro temporadas, la primera en la frente para los que no pudieron viajar con los rojiblancos, si bien todas las crónicas y los aficionados que se desplazaron coinciden: un punto y gracias. Todavía es muy pronto para predecir un desenlace, incluso por parte de los presentes en Córdoba. Con los vaivenes que históricamente se producen en Segunda A, lo mejor es ir partido a partido y sacar conclusiones y posibilidades reales el próximo mes de febrero o marzo. Ahora bien, salta a la vista la escasez de efectivos, sobre todo tras la marcha de Crusat. Desde luego, se ha recibido una oferta irrechazable, que bien podría servir para encontrar un buen sustituto de un jugador que estaba deseando abandonar la disciplina rojiblanca y que está a punto de iniciar el ocaso de su carrera. Además, si como pretende Alfonso García se cuenta en exceso con el filial para completar las convocatorias, se corre el peligro de debilitar a un conjunto que milita en Segunda B, una categoría que nunca se debe perder si se pretende llevar a cabo un proyecto de cantera serio. Por cierto, enhorabuena al club por modernizar su página web. Plantillas renovadas del primer equipo y del filial, canal youtube, etcétera. Lo reflejo tal cual por si alguno pensaba que tengo algo en contra de alguien. Hay que ensalzar lo bueno y denunciar los errores. Lamentablemente, el primer desacierto se produjo ayer tarde, pasadas las 19:00, cuando todavía no estaba actualizada la primera victoria de nuestro filial y la clasificación de Segunda seguía a cero. Estamos en la categoría de plata, pero seguimos siendo profesionales