graderío

Ramón Gómez- Vivancos García

Se impuso la lógica

DURANTE la conversación que mantuve en el descanso del choque con mi amigo Pedro Asensio, le expuse la siguiente reflexión: pese a la momentánea derrota, el Almería se impondrá en la segunda mitad porque es netamente superior al Córdoba. Ciertamente, los visitantes llegaron con bajas muy sensibles, pero sobre el terreno de juego se pudo apreciar una diferencia, si no abismal, sí notoria, tanto en el aspecto físico como en el técnico a favor del equipo de Alcaraz. Tan sólo la precipitación de los rojiblancos en los últimos metros, junto con la única ocasión que materializó el conjunto peor vestido que he visto en muchos años en el Mediterráneo, posibilitó el engañoso marcador al término de la primera parte. En la reanudación, el nerviosismo de nuestro equipo acrecentó la incertidumbre, no obstante era cuestión de tiempo. Y vaya si lo fue. Desde luego, si se desequilibraba la balanza, había un ganador seguro. Como en Tarragona, Alcaraz acertó con los cambios, o más bien lanzó un mensaje claro: a por el partido. Jugábamos en casa, pero el técnico nazarí fue valiente al colocar y mantener a toda la artillería pesada sobre el césped, incluyendo a Juanma Ortiz, que será una pieza básica en el futuro. Habrá que dar gracias a Dios por la no participación del Rangers en la Champions, que a la postre ha determinado la decisión del jugador alicantino. Un curioso dato: somos el conjunto más goleador de la categoría, junto con el Elche. La nota negativa ha sido la cesión de Marcelo Silva, que se me antojaba necesario. No estaba jugando, pero me da que la liga va a ser demasiado larga. En cuanto a José Ortiz, un punto negativo para Alcaraz. Me parece una falta de respeto contar con cuatro jugadores del filial, y no convocar al almeriense.

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