SERÍA muy sencillo recurrir a las ausencias de los delanteros de referencia, sobre todo la de Ulloa, pero lo cierto es que al conjunto de Esteban Vigo le faltó el instinto asesino del máximo goleador de la categoría. En cualquier caso, hay que extraer lo positivo de un equipo que vuelve a ofrecer garantías de cara a la clasificación para el play off, que al fin y al cabo es el objetivo, si no final, sí inmediato.Y todo ello con el mismo esquema táctico que ha venido utilizando Lucas Alcaraz. Sin embargo, sí se pudo apreciar un significativo cambio, el que anunció en rueda de prensa el nuevo técnico almeriense: la presión adelantada de un conjunto que anoche no dio los preocupantes síntomas físicos de las últimas jornadas. Eso sí, no se pudo realizar el buen fútbol deseado por Esteban Vigo, pero tampoco se jugó al patadón como en anteriores ocasiones. Además, casi todas las acciones de peligro se originaron por las bandas. Estoy ávido por comprobar si se continúa en la misma línea con Ulloa, porque si así fuera nuestras posibilidades de éxito aumentarían considerablemente. Sin el delantero argentino, quedó claro que nunca podríamos pensar en el ascenso. Ahora bien, no quisiera que el error de Jonathan, que tuvo la responsalidad de sustituir a los delanteros titulares, desmereciera su buena actuación. Quizá se bloqueó al ejecutar la acción más clara del partido de la manera más complicada, en vez de superar en carrera al arquero contrario. Sigo pensando que el burkinés rinde más y mejor alejado de las bandas. Por el contrario, Pallarés y Aarón siguen sin decirme nada. A propósito, volví a echar de menos a Abel Molinero. Con respecto al "3x1" que mantiene el club, aparte de perjudicial, ya resulta ridículo.