opinión

María López Visiedo

Nuevas tecnologías y educación

Aestas alturas ya no nos cabe la menor duda de la importancia que están teniendo las nuevas tecnologías. Hay, o se da, un cambio social inmediato, pero lo que nos ha hecho diferentes son las relaciones sociales. La informática ha venido a revolucionar esta nueva generación, que nada tiene que ver con las anteriores. Ahora todo va tan rápido que no les queda tiempo -a los jóvenes- ni para pensar tranquilamente. Se escriben mensajes, opiniones en "Facebook" o "Twitter" sobre otras personas, poco meditadas, que a veces caen bien y otras no tanto. La consigna ahora es lanzarse, hacerse notar para estar "como el aceite encima del agua".

Pero no todo es negativo, también se pueden utilizar todos los medios científicos de que disponemos para ayudar y mejorar el estado de vida de las personas. Desde mi punto de vista, todo parte de una buena educación. En primer lugar, los padres estamos obligados a educar a nuestros hijos a ser "buenas personas", lo que no implica ni se puede confundir con una educación de niños inocentes que se dejen engañar por el pillaje. Educar bien implica mucha dedicación, darle a cada uno lo que necesita según su carácter, siempre dejándoles su espacio para que ellos vayan desarrollando su propia personalidad. Conozco algunos ejemplos de personas llamadas "muy preparadas" que han educado a sus hijos en una sola vía: "saber, para alcanzar bienes materiales", aprendiendo a enriquecerse a costa de quien sea, o como sea; llegan por este camino a ser apisonadoras, estos comportamientos benefician solo el dinero, nunca el prestigio de quien lo practica. La escuela es importantísima en la educación del conocimiento, si se tiene la suerte de dar con un buen pedagogo que se interese y ame su profesión. ¿Cuántos niños y niñas han salido de su pueblo y ahora son grandes científicos o simplemente buenos profesionales? Está ocurriendo que los niños disponen, la mayoría de ellos, de vídeo-juegos, consolas, portátiles, etc. Ya no tienen tiempo de jugar en la calle, como antes, aunque en las ciudades también están expuestos a muchos peligros. También hay que decir que familias que habitualmente vivían en ciudades están volviendo a los pueblos donde sus hijos pueden tener mejor calidad de vida. Pero aun así, repito: No por eso son "mejores personas", todo parte de la familia.

Pienso que la capacidad de adaptación al medio que nos ha tocado vivir es bueno, siempre que pongamos de nuestra parte esa buena fe de querer hacer el mundo más habitable. La cultura social está de moda, pero es que es imprescindible para poder relacionarnos. Más amor, menos odio y más compartir valores positivos para ser todos mucho más felices.

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