EL otro día hablaba con mi amigo Javier Astasio sobre uno de los últimos aterrizajes forzosos de Ryanair. Me sorprendí soltando una expresión que ya es todo un lugar común: la pericia del piloto. Y es que nos encanta a todos hacer nuestros este tipo de ripios como por ejemplo, marco incomparable. Ahora la que está de moda es otoño caliente, y no se trata del título de una peli porno, sino el augurio profético de las movilizaciones que le esperan al gobierno debido a las injustas medidas laborales que ha tomado en este mandato. A ver si es verdad, porque hasta ahora, sindicatos y oposición parecen absortos a lo que está pasando. Tomás Gómez ha zarandeado a su partido para que haga una oposición más contundente. A mí me da que ese otoño caliente quedará en nada, en una expresión, porque como decía el viejo Nietzsche "las palabras son metáforas que, a fuerza de ser usadas, acaban vacías".