CUANDO algo no suele funcionar y se tapa con otras virtudes, se corre el riesgo de que el mal se manifieste tarde o temprano. Nunca antes se ha percibido con más claridad el descontrol de nuestro equipo en el centro del campo. El resultado fue un encuentro loco de ida y vuelta en nuestro propio estadio, frente a un rival que precisamente tiene un lío considerable tanto en lo deportivo como en lo económico. Javi Gracia admitió que el partido fue malo y que el lamentable estado del césped no debe servir de excusa, ya que a diferencia del choque ante el Guadalajara se pretendía controlar el juego con el objetivo de lograr una mayor posesión que el contrario. Sin embargo, se dejó en el banquillo a Casquero. No me parece que nos podamos permitir el lujo de prescindir por las buenas del ex jugador del Getafe. Supongo que la mayoría de los comentarios de hoy lunes girarán en torno a la supuesta incompatibilidad de Ulloa y Charles, no obstante yo preguntaría que cuántos pases interesantes partieron desde nuestros centrocampistas; que yo recuerde uno de Corona a Charles que marró por no colocar el esférico. Es más, Ulloa anduvo casi más tiempo fuera del área que dentro de ella, en busca de contactar con un balón que tampoco llegó por los extremos. Por cierto, Carlos Calvo reactivó nuestro ataque pero yo siempre contaría con Aleix Vidal, sobre todo en los últimos minutos del partido, que es cuando puede explotar su velocidad. Por último, un reconocimiento a nuestro filial comandado por Francisco, que tras el empate en el histórico campo del Albacete se codea con los grandes de la categoría. Las bases funcionan, y una muestra la tuvimos con la aportación de nuestro club a la sub-17. Me cuentan esto hace un tiempo y no me lo creo.