graderío

Ramón Gómez Vivancos-García

El diagnóstico se confirma

NO será porque no se ha advertido desde estas líneas la grave carencia que tiene el conjunto de Javi Gracia. El centro del campo del Almería es un solar tan enorme y desagradable como las vías del tren que separan nuestra ciudad. La goleada de ayer es tan falsa como los predicadores que estafan a miles de norteamericanos. Podría seguir, pero lo cierto es que nuestra delantera es tan efectiva y nuestra defensa tan segura, que nos permitimos el lujo de contar con unos centrocampistas que ni crean, ni defienden. Y si no, una demostración gráfica: en el centro que da origen a la segunda y excepcional parada de la noche por parte de Esteban, se puede apreciar cómo el jugador del Córdoba logra centrar sin oposición alguna ante la atenta pero estéril mirada de los que deben impedirlo. A destacar nuestro cancerbero, que realizó dos intervenciones como las que a buen seguro le permitieron ser internacional absoluto. Sí, el equipo lleva una media de puntos envidiable y estamos en puestos de ascenso directo, pero que nadie olvide una cosa: este camino no es el del ascenso porque no vamos a tener en todas las jornadas la misma fortuna de ayer. Repito una vez más: el suspenso rotundo de nuestro centro del campo se está compensando, de momento, con unas calificaciones altísimas por parte del resto de las líneas. El día que éstas bajen su rendimiento, que por lógica lo harán, lo vamos a pasar mal. Como solución urgente propongo la inclusión de Mejía en la parcela central, para que ahí pueda hacer todas las faltas que en defensa tiene que realizar, ya que actuando de zaguero se le ve al límite. Sin embargo Trujillo, la auténtica revelación, no necesita efectuar infracción alguna para completar un encuentro esplendoroso. Anda que si al final el enésimo error del club en los despachos nos saliera rentable…

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