graderío

Ramón Gómez- Vivancos García

Hay que tomar nota

NOS estamos acostumbrando a algo peligroso: a justificar las derrotas por el buen juego o, como ayer, a apelar como dogma sagrado a la efectividad frente al mal estado del césped. Al final, según detecto, todo son justificaciones en un sentido o en otro bajo el paraguas de la segunda plaza. Es irrefutable, al Almería de Javi Gracia le salen las cuentas, pero esto es como si un estudiante tan sólo confía en su inteligencia, sin reparar en que más adelante le pueden venir mal dadas. Yo no sé si haré de poli malo, pero me siento en la obligación de analizar los males que acechan a un conjunto que en las últimas jornadas camina sobre el alambre, sin que por ello me olvide de celebrar la nueva victoria y la privilegiada posición en la tabla. Al término del choque declaró el técnico rojiblanco que la primera mitad fue muy buena. Míster, ¿a quién quiso engañar? Asimismo se justificó el escaso juego por el pésimo estado del césped. Yo más bien aprecié que el Huesca estuvo muy bien plantado. Al final volvemos a lo de siempre, y voy a dar nombres: nuestra parcela central, con Corona al frente, no funcionó. El talaverano se lo piensa antes de dar un pase; demasiada lentitud la del veterano jugador. Además Soriano anduvo perdido. Sin embargo Verza fue el mejor jugador del partido, y no lo digo por su labor defensiva. Como es lógico, la soberana afición explotó durante la segunda parte al solicitar a Casquero. Si exceptuamos a Ortiz Bernal, no recuerdo algo similar. Y como remate Gracia, con el amenazante empate y con poco tiempo restante, da entrada a Charles por Ulloa entre la pitada del respetable. Incomprensible. Menos mal que Verza estuvo en todas y emuló con acierto a Ulloa, que nunca debió irse al banquillo en esas circunstancias. Pese a todo se ganó, pero hay que tomar nota.

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