LA historiadora y crítica de arte María Carmen Fernández de Capel Baños presentó el jueves en un abarrotado de público el salón de actos del Museo Arqueológico de Almería, la obra Carmen Pinteño. Pintora almeriense.

La autora de esta publicación ha sabido conjuntar con suma delicadeza, finura y sensibilidad literaria toda la obra artística y representativa de la cofundadora del IEA Carmen Pinteño, una artista singular con una personalidad muy propia nacida de las entrañas de su corazón y de su alma y expresada románticamente a través de los pinceles guiados por suaves manos. Carmen Pinteño solista de una hipotética coral polifónica ha sabido impregnarse de lo más profundo del arte pictórico, no solo indaliano, sino otros movimientos culturales, como expresión plástica de los sentires más universales del almeriensismo, porque su pintura es inteligente e imaginativa, enamoradora, y a la vez verdadera, armónica, con fuerza y tierna dulzura de hermosura celestial. María del Carmen Fernández en su libro ha conjugado todo un verbo poético, desde la más apasionada sensibilidad personal, de la pintura de Carmen Pinteño, describiendo los personajes de obras de Lorca; o, bajo el título de 'Misterios', donde la artista hace un recorrido por los Misterios del Santo Rosario y de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor de la Vida y la Esperanza y su Santísima Madre María Santísima. Ya en su día, escritor Julio Alfredo Egea comentó de Carmen Pinteño que es "fiel traductora de luces, humanizadora de luces, con la magia y la sabiduría de su quehacer, ha calado en los personajes lorquianos y sus circunstancias, en el trasfondo de peripecias anecdóticas y en la sutileza de guiños". Fernández de Capel ha sabido captar la expresión más genuina y sencilla literaria para todos los ciudadanos que quieran acercase a conocer mejor a Carmen Pinteño, haciendo una descripción de delicadeza didáctica y metodológica de los rasgos e idiosincrasia más singular de los cuadros de la artista.

La publicación Fernández de Capel nos hace adentrarnos en el plenilunio de la primavera, cuando todavía suenas los ayes de las saetas: amor, luz, armonía, sentimientos, emociones, paisajes de tonos fríos, grises y los colores terrosos, montañas, pitas y palmeras, almerienses identificados con el día a día de nuestros quehaceres más maternales, visiones sociales hasta llegar a enlazar su arte con la realidad más actual del momento que está viviendo. La autora de este libro quiere poner en el lugar que le corresponde a Carmen Pinteño, médula espinal de la cultura almeriense, una artista que quizás no haya tenido el reconocimiento que se merece en su tierra y fuera de ella, porque su arte pertenece a Almería y debe de estar permanentemente expuesto para general conocimiento.