el callejón del gato

Celso Ortiz /

Las memorias de Aznar

CON tanto barullo que han provocado las elecciones catalanas, en la pasada semana saltó una noticia que no ha tenido la repercusión que, en justicia, se merece. Me refiero a la gloriosa aparición en las librerías de unas memorias de José María Aznar donde se muestra, sin reserva alguna, la casual ascensión, de rebote, de Mariano Rajoy a la presidencia del gobierno de la nación española, Cataluña incluida. A saber:

Primer encuentro de Aznar con Rato: Rodrigo, estoy pensando dejar esta vida de presidente y estimo que tú podrías ocupar mi puesto. Gracias jefe pero creo que no estoy preparado para ser tu sustituto. Hombre, ya me imagino que es difícil igualarme en la tarea de llevar las riendas de esta nave que se llama España, pero, a falta de pan, buenas son tortas, y tú podrías ser la persona indicada. De verdad que te lo agradezco presidente, pero tengo otros planes. De todas formas, piénsatelo. Segundo encuentro de Aznar con Rato: Rodrigo, es cierto que por más vueltas que le doy no veo a nadie con talla suficiente para estar a mi altura, pero, dentro de lo que hay, tú podrías dar el pego. Presidente, yo creo que, por el bien de España, tú deberías seguir desempeñando la labor que te ha sido encomendada por la Divina Providencia. ¡Ja!, eso ya me lo han pedido fervorosamente Jacque Chirac, Bill Clinton, Tony Blair, Vladimir Putin y George W. Bush, que es mi mejor amigo, pero no, la vida me depara otras obligaciones, entre las cuales se halla el compromiso ineludible de escribir mis memorias para que sirvan de ejemplo y enseñanza a futuras generaciones. Pues, qué quieres que te diga presidente, yo no me veo con fuerzas de hacer un traslado de muebles para instalarme en la Moncloa.

Tercer encuentro de Aznar con Rato: Buenas, Rodri, ¿tú por aquí? Presidente, es por aquello que me comentaste. No sé a que te refieres, Rodri. Lo de ser presidente, lo he pensado mejor, y…vamos, creo que acepto la oferta. Ahora te chinchas, ¡Je, je…!, conmigo no se juega.

Aznar y Ana Botella en la intimidad del hogar: Querida ¿tú que dices sobre el asunto de mi relevo? Ya sabes que yo siempre he apostado por Rajoy, ese gallego seguro que no te hará sombra el día de mañana en los libros de historia. Tienes razón, hablaré con él.

Encuentro de Aznar con Rajoy: Mariano, siéntate y escucha, he pensado en ti para que seas el futuro presidente de Gobierno de España, ¿Qué te parece? Estupendo jefe, ahora mismo cojo el teléfono y se lo digo a mi papá que se va a llevar un alegrón de cojones. Ni se te ocurra soltar prenda hasta que yo no lo disponga, que para eso soy el que manda, ¡ejem!.

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