COMENTABA Alfonso García en los prolegómenos del choque que el ascenso era vital en esta temporada, sobre todo por el bien de la economía del club. Pues me temo que podemos empezar a temblar con la actitud timorata e inmovilista de Javi Gracia. Jugando en casa no se pueden permitir una serie de decisiones que están llevando a abandonar una posición que, por plantilla y calidad, su equipo debe ocupar. Si comenzamos por la línea defensiva, Raúl García sigue contando con la confianza del técnico por pura inercia. Lamentablemente, todo el peligro de los contrarios suele venir por su banda. Mientras, Christian está totalmente restablecido en la grada. Si saltamos al centro del campo, anoche nos encontramos a dos medios centros defensivos para jugar en casa, no frente al Barça, sino contra el Alcorcón. Corona y Casquero, creativos ellos, en el banquillo. Y para rematar la faena, una vez más, Ulloa de suplente. Un lujo innecesario. Así no se le ayuda al argentino a centrarse en el Almería, que es lo que realmente nos importa, porque a buen seguro que lo necesitaremos. Por lo tanto, o cambia de mentalidad Javi Gracia y se lanza al ruedo, o el presidente sabrá si le conviene mantener a un entrenador que conforme pasan las jornadas se vuelve más y más conservador, en este caso en perjuicio de nuestro club. Tiempo tiene el técnico para pensar y el presidente para escuchar, reflexionar y tomar una decisión. Por último, quisiera referirme a la Junta de Accionistas que se celebró antes del choque, a la que acudí como accionista de la entidad. El club la anunció muy tarde en su web y se especificó en la misma que la Junta se fijó con anterioridad al horario del partido ante el Alcorcón. ¿Quién tuvo entonces la feliz idea de escoger tan señalada fecha? El día que el club nos muestre una organización tan eficaz como su gestión deportiva, el mundo será un lugar más acogedor tras semejante acontecimiento.