QUIEN presenciara el choque y no conociera la clasificación final de ambos conjuntos, se preguntaría cuál es el equipo que finalizó por delante. Y es que el Almería no impuso sobre el terreno de juego su mayor calidad frente a los canarios, que pudieron colarse a duras penas en el play off. ¿A qué podemos achacar la manifiesta superioridad amarilla en el cómputo general del encuentro? ¿Quizá al tempranero gol de Aleix? Sinceramente no creo que sirviera de excusa el gol de oro que logró el catalán. De cara a la vuelta del próximo domingo, habría que cuidar ciertos aspectos si no queremos caer eliminados a las primeras de cambio ante un equipo que, a la hora de la verdad, es inferior al nuestro: nuestras dificultades a balón parado, tal y como ha sucedido durante toda la temporada, son enormes. Asimismo, nuestra parcela central sigue siendo demasiado blanda a la hora de recuperar el esférico. No hubiese venido mal un refuerzo de inicio en el centro del campo, pero Javi Gracia casi nunca se presta a cambiar las alineaciones, sea el rival que sea. También habrá que vigilar muy de cerca a Vitolo, un jugador de primera división. Con respecto a la polémica jugada en la que Aleix se escapa solo en la primera mitad, lo único que puede interpretar el colegiado es la proximidad de un defensa canario, pero me inclino más por la roja directa. Además, hay algo que me molestó a la vista anoche, y fue ver terminar el partido a Calvo en sustitución de Falque, que disputó un buen encuentro.

De hecho, segundos antes de ser cambiado, dio una excelente asistencia. Por último, fue destacable el sufrimiento de todo el equipo en una noche más bien oscura. Si el domingo en nuestro estadio el gol de oro de Aleix sirve para pasar a la siguiente eliminatoria, se puede dar por amortizada la complicada batalla en Las Palmas.