¿QUIÉN no hubiese firmado al comienzo de la temporada una eliminatoria final frente al Girona? He copiado y pegado esta cuestión que planteé en mi último artículo después de eliminar a Las Palmas. Seguidamente rubriqué el escrito (vuelvo a copiar y pegar) con la siguiente aseveración: hace poco que vimos a los catalanes por el Mediterráneo; juzguen ustedes. No, no pretendo restar mérito alguno a la victoria parcial, pero es indiscutible la diferencia entre los dos conjuntos que es, y era a priori, muy acusada. Eso sí, el Almería se ganó el derecho a jugar de tercer clasificado y además ha evitado, gracias precisamente al Girona, al equipo que para mí le podía haber hecho algo de sombra en este play off , el Alcorcón. Pese a todo el choque estuvo igualado, el Girona posee dinamismo y tiene un técnico muy listo. Los locales dieron todo lo que tenían, pero en dos jugadas clave el Almería ha cobrado una ventaja que debe valer medio ascenso: un gol que sólo dos jugadores de superior categoría pueden definir con acierto y la experiencia, que siempre es un grado, de Esteban en el penalti. Otras dos aspectos de vital importancia también se lograron, como no encajar ante el conjunto más goleador de segunda, si exceptuamos a los filiales, y no haber acusado el temido cansancio físico. Aparte, la entrega de Charles fue digna de elogio, así como el excelente encuentro de Esteban, que anduvo rayano en la perfección. Hasta Gracia acertó en los sustituciones al variar dos de sus típicos cambios. Por si alguien se sorprende, que no lo haga, porque cuando alguien lo hace bien se destaca, aunque también tengo la sana costumbre (que escasea) de criticar lo que, desde mi punto de vista, chirría. De cara al partido del sábado habrá que tener cuidado con sus escurridizos delanteros, pero como indiqué en mi anterior misiva, no podemos quejarnos de nuestros rivales en el play off, por fortuna netamente inferiores a nuestro equipo. Aun así, cuidado con las fiestas anticipadas, que sigue vivo el recuerdo del Maracanazo.