LA plantilla se va configurando a un ritmo lento pero constante, mientras algunos aficionados se quejan de cierta parsimonia y expresan una clara desconfianza en espera de las nuevas incorporaciones que completen el plantel. Tan sólo estamos a un mes escaso del inicio del campeonato y los fichajes rubricados nos pueden dar una mejor o peor impresión, pero a tenor de los comentarios que escucho y leo por ahí, no puedo dejar de asombrarme debido a la escasa memoria de numerosos seguidores y a su inequívoca opinión acerca de futbolistas que apenas han seguido. Me explico. La comparación más recurrente nos traslada al estreno de la UD en primera. Debutaban en la máxima categoría Mané, Bruno, Uche, Crusat (por cinco minutos en el Bernabéu) o Negredo, ante la incertidumbre de todos nosotros pese a que los vimos destacar en segunda.

Sin embargo la carta de presentación en Riazor, 0-3, auguraba un brillante futuro. Pasados los años de primera, recordamos con cariño a los jugadores que terminaron en grandes conjuntos y llegaron a disputar la Champions. Así es fácil comparar o jugar a las cartas, con todas ellas marcadas. Ahora bien, ¿por qué ahora, con nuestra exitosa experiencia, algunos prefieren "asegurar" y firmar jugadores de "primera"? ¿Acaso Aleix, Jonathan o el mismo Suso no tienen capacidad para deslumbrar en la máxima categoría? ¿O es que los goleadores Negredo, Ulloa o Charles vinieron por ser internacionales? El mismo Negredo o Bruno firmaron tras descender a Segunda B con su anteriores equipos. Aludo a esto porque de nuevo queremos "asegurar" la permanencia, tal y como se pretendió garantizar en la segunda temporada en primera de la AD o en la última que disputó la UD en la liga de las estrellas. Y es que aquellas plantillas caras y de relumbrón acabaron con sus huesos en la cola. Yo sigo confiando en que los que han firmado, y los que llegarán, van a multiplicar su valor en el Mediterráneo, como milagrosamente hizo Jesús con los panes y los peces.