EL camino de santiago

Agustín Belmonte / agustín Belmonte

De puente a puente

Los Campos Góticos. A estas alturas el Camino forma parte del ser del Peregrino. Por estas soledades el caminante reflexiona sobre el sentido de su andadura: es hora de hacer balance

Aunque no lo parezca, hay un paralelismo entre el Camino de Santiago y el Juego de la Oca. El peregrino pasa Puente la Reina, Puente Fitero, Carrión de los Condes, el Puente de Órbigo, etc., a lo largo de la Vía Augusta romana de Astorga a Zaragoza. También están las Ocas, el Laberinto, la Cárcel, la Muerte, la Gloria…

Villalcázar de Sirga

La Virgen Blanca preside el retablo de su iglesia templaria. Alfonso X escribió sobre ella varias Cantigas. En una cuenta cómo

Sancta María de Villasirga liberou un home de forca que non morreu por un conto que dera a su igreja, que es un milagro parecido al del gallo y la gallina de Sto. Domingo de la Calzada, aunque esta vez lo robado es un bloque de piedra tallado y destinado a la construcción de esta iglesia. Otras cantigas narran curaciones de peregrinos que volvían de Santiago, o, significativamente, de ciegos. Porque, en el Camino, además de mirar hay que saber ver.

Carrión de los Condes

Esta ciudad medieval amurallada perteneció siempre a los Beni Gómez, familia goda que se islamizó tras la invasión árabe y se volvió a cristianar cuando la frontera bajó al Duero. Alfonso VI quiso emparentar al Cid con esta alta nobleza leonesa, según el Poema, casando a sus hijas con los Infantes de Carrión, pero estos, cobardemente, las azotaron y las abandonaron en el Robledo de Corpes (Soria). La ciudad, como Puente la Reina, se fue creando conforme se construía, reparaba y reconstruía el puente sobre el Río Carrión. Es de origen romano, luego románico y por fin gótico, de gran importancia estratégica durante varios siglos.

Este día sólo hicimos 19 kms, pues los pies del compañero no daban para más. Desde Viana no los había tenido peor. El Albergue era parroquial y lo regentaba la hermana del cura, mujer enérgica que tenía fobia a los franceses y decía que nunca se había visto que en un albergue se fuesen de juerga los peregrinos hasta la 1 de la madrugada. Se trataba de un grupo canario muy follonero.

León

Con el segundo desánimo en los labios, pero mucho más desmoralizados que la primera vez en Viana (Navarra), tomamos en Carrión un autobús que nos dejó en Sahgún, provincia ya de León. Pero en esta ciudad caminera los pies del compañero no mejoraron. Por el contrario, empeoraron. Así que otro autobús nos llevó hasta la capital leonesa: 95 kms de Camino se nos quedaban para siempre en el tintero.

La Pulchra Leonina, pulcra como nunca al sol poniente, nos recibió, orgullosa de sus siglos y de sus líneas esbeltas, con indiferencia. Había una boda y, enmedio de la gente, vimos a un peregrino que venía a caballo y cuyo rastro maloliente habíamos seguido en alguno de los tramos del Camino. El suelo de mármol estaba mojado a causa de la lluvia reciente y jinete y caballo se cayeron aparatosamente.

La puerta principal de la Catedral, dividida en dos por un parteluz, se rodea de un apostolado. Cada una de las esculturas exentas se sustenta en un pedestal soportado a su vez por un arquillo ojival. El correspondiente a Santiago está regastado, pues es tradición caminera pasar la mano por él para encomendarse al Apóstol el resto de la Ruta. Pensando precisamente en ese arquillo del pedestal de Santiago, regastado de las manos de los peregrinos de los últimos ocho siglos, y en esta Virgen Blanca o de las Cantigas en el parteluz, escribí en el 98:

Veneraremos a Cristo, a Santiago en sus iglesias y a Santa María Virgen que en los parteluces reina.

La VII Legio Gemina amuralló León para defenderla de los astures. Gracias a esas murallas los reyes asturianos pudieron repoblar León en el Sg. IX y abrir así la Meseta a sus posibilidades de expansión. También visitamos la Basílica de San Isidoro, levantada por Fernando I en el Sg. XI para albergar los restos del Santo, enviados por el rey moro Almutamid de Sevilla y recibidos en León con grandes y solemnes fastos.

En el Albergue del Convento de las Hermanas Carbajalas presenciamos una impresionante bendición de peregrinos al anochecer, con canto coral de las monjas incluido.

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