ALMERÍA tiene ahora y en este momento el poder proponer un candidato al Partido Popular de Andalucía y por ende a la Presidencia de la Junta de Andalucía. Uno de los nuestros, de los a pie de calle. Esa persona es Luis Rogelio Rodríguez Comendador Pérez, un hombre curtido en los últimos treinta años con obligaciones en la gestión pública, Diputación, Alcaldía, parlamentario de la CCA y Senador, y cómo no, Presidente del PP en la provincia de Almería. Una excelente y brillante trayectoria pública y política para ser el candidato con ideas más acordes para la resolución administrativa de las inquietudes y demandas más apremiantes de los ciudadanos y ciudadanas de Andalucía. Lo está haciendo en Almería, y lo hizo, al igual que ahora con Gabriel Amat, en la provincia de Almería. Don de palabra, carisma y simpatía, y sobre todo honradez y honestidad son dos cualidades en su persona, junto a la larga trayectoria política gestión pública de buenos resultados, lo que le hacen más que acreedor para poder optar con éxito a la presidencia del PP Andaluz y a la Junta de Andalucía. En estos momentos de turbulencias económicas y sociales, que se comienza a cuestionar la situación territorial de Almería en nuestra amada Andalucía, con la creación de "un cantón", es el momento de aspirar con un candidato del "cañillo del agua", de nuestra vetusta y señera Almería de la Puerta de Purchena, que conoce Andalucía como Almería, de palmo a palmo, y que sabrá darle a cada provincia, a cada municipio, a cada entidad, lo que realimente necesita atendiendo siempre a los intereses generales y sociales.

Almería tiene que tener su candidato, y ese debe de ser el alcalde Luis Rogelio, porque él sabrá con pasión, esfuerzo y trabajo dar a los andaluces y andaluzas la esperanza para un mañana mejor basado en el bienestar social. No deberíamos perder esta oportunidad de tener al frente del Partido Popular en Andalucía al mejor candidato, sobre todo por lo que representa Andalucía en y para España, y ese es Luis Rogelio.

No es romanticismo melancólico, ni desmerecimiento a ningún otro candidato, es objetividad urgente y necesaria de llevar a puro y debido efecto las pocas esperanzas políticas que nos quedan para un futuro mejor para nuestra Andalucía.