ES el tópico de esta temporada. Empezó a usarla el Cholo Simeone, se puso de moda y ya ha llegado a un punto en el que suena rancia. Pero no le ha ido mal al técnico argentino y al Atlético de Madrid con esta idea. Partido a partido se ha plantado en la final de la Copa de Europa 40 años después y ha llegado al final de Liga dependiendo de sí mismo. Realmente, es la filosofía de la vida. Partido a partido o día a día. ¿De qué sirve pensar en el futuro si dejas el presente de lado? En diez días se sabrá los dos conjuntos que acompañarán al Betis a Segunda División. Valladolid, Osasuna, Getafe, Almería, Granada y Elche se juegan cuatro puestos de permanencia y dos de descenso. Diez partidos en dos fines de semana en los que hay mucho en juego. Las calculadoras están que echan humo. Que si hubiese mejor que el Granada hubiese ganado en Anoeta el pasado lunes para que hubiese llegado algo más desahogado ante la UDA -pienso lo contrario-, que si va a haber pasteleo en el Rayo-Getafe, que si y más 'que si'. Está claro que los resultados de los rivales influyen en la clasificación, y por lo tanto, en el conjunto unionista, pero eso no nos sirve de nada si el Almería cae ante Granada y Athletic. Hay que vencer el domingo en Los Cármenes y punto. No hay más cuentas. Ni empates ni autobuses delante de Karnezis ni nada de eso. Los únicos autobuses, los que se van a desplazar a tierras granadinas. Va a ser bonito el domingo con tantos seguidores rojiblancos en Granada en torno a un sentimiento común. Esta semana me recuerda mucho a la de Villarreal hace ya justo hoy once meses, con los aficionados en un estado de nerviosismo desde el lunes, con ganas de que empiece el partido, con la esperanza de que los de Francisco se traigan los tres puntos de Granada... y la posibilidad de que el domingo la salvación almeriense sea una realidad. Stop. Partido a partido.