DENTRO de unos días comenzará a apreciarse el enorme cambio que para toda Almería va a suponer la supresión del muro que todavía rodea las viejas vías de tren de la antigua estación y su conversión en espacio de encuentro para todos. Pocas veces el derribo de un muro va a suponer de modo tan claro un antes y un después para una ciudad. En el caso de Almería, la supresión de la llamada playa de vías de tren supone para el futuro de la capital un importante hito que avanza en la dirección de hacer de la nuestra una ciudad más abierta, verde y conectada. Después de muchos meses de trabajo y gestiones por parte del Ayuntamiento con los responsables de ADIF y del Ministerio de Fomento, a los que desde aquí quiero volver a agradecer su permanente colaboración a lo largo de todo el proceso, vamos a conseguir romper el muro que sigue dividiendo Almería. Menos muro y más Almería. Y no es un juego de palabras. Es un avance muy significativo para los barrios limítrofes y para toda Almería. Que nadie olvide lo que hoy hay allí y lo que tendremos en breve plazo: espacios libres, zona verde y un parque para el disfrute de los ciudadanos con pasos diferenciados, recorridos peatonales, juegos infantiles, arbolado, entre otros elementos que se incluyen en el proyecto. Quiero recordar que la actuación municipal sobre ese espacio, conforme al proyecto que fue aprobado en septiembre del año pasado, prevé la creación de un parque de aproximadamente 20.000 metros cuadrados de superficie, es decir, una actuación verdaderamente transformadora que se incluye dentro del Plan Especial del Soterramiento y que sigue otras de similares características que se han producido en el entorno, como el Parque de las Almadrabillas o la rotonda del Cable del Mineral. Creo que, por mucho que algunos grupos políticos de la oposición se empeñen en demostrar lo poco que estudian los convenios públicos, todas estas actuaciones responden al deseo mayoritario de la sociedad almeriense por avanzar hacia un modelo urbano con más calidad de vida. No hacían obras de relevancia en Almería cuando gobernaban y ahora les molesta ver que este equipo de Gobierno no para de acometer nuevos y ambiciosos proyectos por toda Almería. Se comportan como el perro del hortelano: ni comen, como les sucede gobernando la Junta, donde además de no hacer ponen zancadillas; ni dejan comer. Pero para nosotros, hacer cosas es sinónimo de progreso, de empleo y de futuro. Y lo que se va a hacer en la zona constituye un cambio que ningún almeriense vivo ha podido ver. Creo que el resultado va a merecer la pena.