antonio Ríos / Luna

El cerebro y la pelota

Hay estudios acerca de los riesgos de golpear el balón de cabeza a una temprana edad

¿QUIÉN no ha visto jugar al fútbol a niños en cualquier parque, colegio o pista deportiva? En nuestro país el deporte rey se practica en cualquier lugar; los más pequeños intentan imitar a los mayores, desde un remate acrobático hasta la celebración de un gol. Los padres también sueñan en tener en casa al sucesor de CR7 o Messi. El número de futbolistas y licencias a nivel infantil aumenta cada año un 10%.

Sin embargo, me han llamado la atención una serie de artículos científicos en los que se advierte sobre los posibles riesgos y daños para el cerebro que tiene el golpeo del balón de fútbol con la cabeza en los más pequeños. Ya en 2005 se publicó un estudio que analizó a un grupo de futbolistas aficionados adultos y las lesiones cerebrales.

Se excluyeron las contusiones debidas al golpeo contra el balón y concluyó que los daños en la cabeza ocurrían en choques cabeza contra cabeza en duelos aéreos (30%) y cabeza contra codo (40%). Se evidenció mediante TAC y test de inteligencia y planificación un empeoramiento del 27% respecto a otros deportistas como nadadores o tenistas.

¿Cómo se protege la cabeza de los golpes?

El organismo tiene un sistema de protección del cerebro para evitar que cualquier golpe provoque un daño irreversible a una estructura tan delicada:

-El pelo: el cuero cabelludo es capaz de amortiguar 20 veces la intensidad del impacto. La piel se desplaza debajo del cuero cabelludo una vez se produce el impacto.

-El cráneo: el tipo de hueso aplanado que forma el cráneo es capaz de absorber la energía de un golpe debido a un revestimiento cortical muy grueso y un relleno de hueso esponjoso a modo de cámara de aire.

-Meninges: Son las capas que envuelve al cerebro y lo aislan frente a gérmenes y también sirven como absorbe energía.

-Líquido cefalorraquídeo: es el líquido en el que flota el cerebro y la médula dentro del cráneo y de la columna. Su función es como todo lo anterior, preservar las estructuras principales y vitales.

¿Cómo se producen las lesiones en la cabeza?

Como en tantas otras cosas de nuestra vida, las matemáticas también ayudan a entender aspectos que nada tienen que ver, en principio, con los números. Un modelo matemático basado en Elementos Finitos ha podido argumentar y razonar el origen de tales lesiones cerebrales en niños. La masa del balón son 0.43 kg y la presión de hinchado son 0.8 bares y no admite absorción de agua, lo que sin duda haría que el balón fuera mucho más pesado y las posibles lesiones mucho mayores. De hecho, en el primer Mundial de fútbol, se admitía hasta un 10% de absorción de agua. La velocidad con la que un balón llega a una cabeza ronda los 6 m/s y cuando sale tras un remate son 7.6 m/s.

Las conclusiones más significativas:

-La acumulación de pequeñas contusiones y el daño acumulativo puede provocar lesiones neurodegenerativas con mayor frecuencia.

-La posibilidad del daño varía si se trata de un cabeceo a puerta, defensivo o pase a un compañero. El defensivo es más propicio para provocar lesiones como luego explicaremos, al realizarlos con la zona parietal de la cabeza.

-El golpeo con la frente, como dicen los entrenadores y la técnica manda, tiene una menor relación con la posibilidad de sufrir lesiones cerebrales. Sin embargo, cuando se golpea con la zona parietal (la zona alta de la cabeza), normalmente asociado a inexperiencia y técnica defectuosa, la incidencia de lesiones es mayor. El hueso de la frente tiene mayor grosor que el resto del cráneo y el momento de inercia también es superior al resto de regiones anatómicas de la cabeza. Se entiende por momento de inercia a la capacidad que tiene una estructura de resistir frente a agentes o fuerzas externas. La zona parietal es la que menor momento de inercia presenta.

-Los niños no tienen la masa ni el tono muscular de los adultos, que les ayuda y protege a sujetar la cabeza cuando se contraen, haciendo que la intensidad del impacto sea mayor.

-Cuando el jugador tiene la cabeza girada a la izquierda en el momento del golpe, se produce una contracción brusca del esternocleidomastoideo derecho, siendo el músculo que soporta el peso de la cabeza en ese momento, y que es tres veces superior al resto de los músculos del cuello en intensidad. La dirección del impacto es un factor determinante pero también lo es la posición de la cabeza en el momento del golpe. Los músculos del cuello encargados de esa rotación, son los del lado contrario a la dirección del giro del cuello, quedando el resto de músculos que soportan y estabilizan la cabeza, en posición de relajación. Es por esto que, los músculos estabilizadores principales se encuentran en posición de relajación, sobre todo, los del mismo lado hacia donde gira la cabeza. Por todo ello, la columna cervical se encuentra "desprotegida" ya que no todas las estructuras musculares se encuentran con la tensión suficiente como para contrarrestar la energía proveniente de un golpeo.

Manifestación clínica

Los síntomas de un traumatismo craneal pueden ocurrir inmediatamente o desarrollarse con lentitud después de varias horas o días e incluso a lo largo de años de golpear el balón con al cabeza. Las manifestaciones clínicas que pueden presentarse son

-Dolor de cabeza después de partidos o entrenos, con frecuencia y que en ocasiones no cede con analgésicos.

-Alteraciones del comportamiento y de la conducta, sobre todo cuando se daña o lesiona la zona frontal. Si es la zona occipital la que sufre continuos traumatismos, la visión se verá afectada.

De todo esto se desprende que hay que prestar atención especial al golpeo con la cabeza en niños y mejorar la técnica mediante ejercicios y entrenamientos adecuados. Un trabajo de fortalecimiento de la musculatura cervical y paravertebral ayuda a poder soportar los impactos y que las posibles lesiones se minimicen y se reduzcan a cero.

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