Paso a paso

Rafael Leopoldo Aguilera

Todo por la Patria

BENEMÉRITO Instituto que permanece fiel a España, llevando entre su Bandera el lema de Paz y Honor entre los unísonos vivas a España, al Rey, el Orden y la Ley, viva la Guardia Civil, que con su noble sangre han bordado con vigor, firmeza y constancia, durante los CLXX años el blasón, que está presidiendo el dintel de entrada a los acuartelamientos junto al sacrosanto lema "Todo por la Patria". Es mejor, recordar algunas frases célebres, que intentar en tan breve espacio, un panegírico de exhortación, que no estaría a la altura literaria de quienes, institucionalmente, cada 12 de octubre, se dirigen laudatoriamente desde el oficial estrado de los Patios de Armas al Cuerpo de la Guardia Civil.

El presidente de la II República española, Manuel Azaña, con acierto político pronunció en la primera de las tribunas de la soberanía popular, que "La Guardia Civil es un instituto militar que está fundado en dos bases primordiales como todo instituto militar, que son: la obediencia al mando, es decir, al poder público, es decir, al Gobierno y a la responsabilidad, y ninguno de estos dos sillares fundamentales de la Guardia Civil está conmovido, ni la obediencia al mando al Gobierno, al poder público ni a la responsabilidad. La Guardia Civil tiene por tradición el orgullo de ser ciegamente obediente al poder constituido y el Gobierno de la República no ha perdido ocasión de hacer constar que la Guardia Civil no ha desmerecido jamás ni un minuto de su tradición a este respecto".

En concurrencia anterior, desde la misma cátedra, el diputado Casares Quiroga expresó: «Yo no puedo comprender por qué algunos han pretendido combatir a la Guardia Civil. A mí, no en una ni en dos ni en diez ocasiones, sino en bastantes más, me han detenido, me han conducido, me ha dado algún sablazo la Guardia Civil, y jamás, jamás, acudía posteriormente a quejarme, porque siempre era yo el que estaba fuera de la ley y ella procuraba restablecer su imperio».

Para concluir esta breve semblanza de respeto y consideración a los Agentes, Suboficiales y Oficiales, las palabras del periodista español Luis María Ansón: "Cuando un guardia civil hinca las dos rodillas en el suelo y cae víctima de la bala cobarde y asesina, la sangre derramada no es la de un guardia civil, ni la de un soldado, ni la de un hombre. Es la sangre de España. Y es que la Guardia Civil es leyenda y es historia. Es España".

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