Paso a paso

Rafael Leopoldo Aguilera

Florida pascua

LUNES de Pascua, florida Pascua en Andalucía y Almería, tras "la mucha" calor penitencial de soleados días de nuestro Sol de Villalán, se vuelve a arrimar el hombro con pasión para dar sentido a la electoral realidad más tangible del día a día, a pie de calle con una expresión de Manuel Azaña, escrita en sus diarios del 31: "…Y aunque ellos conocen, por lo menos tan bien como yo, las dificultades casi invencibles con que esa reforma tropezaría ahora, y aunque conocen también cuáles son mis planes sobre el particular, han incurrido en la deslealtad y en la inmoralidad de aparentar que todo sería llano y fácil…/…Lo de más es la inconsciencia y la desvergüenza de unas gentes que proponen una cosa que no podrían aplicar; y el cretinismo y la ignorancia de su oradores, que no saben ni la primera línea de lo que dicen…". Pascua florida metabolizada en las palabras de Antonio Machado, y preferir a ese Jesús amigo, el que anduvo por la mar de Rafael Alberti, entre pobres, desvalidos, humillados, desahuciados, enfermos, parados, locos, ajusticiados,.. que no con la siempre vuelta a la filo contrarreforma tridentina con la mortificante crucifixión del director Mel Gibson, al menos, es más esperanzador esa intelectual visión de la Ilustración en estos tiempos de grandes silencios impuestos al pensamiento, al igual que siempre, nada novedoso, en donde las tribulaciones están presentes y marcan todos los comportamientos con criterios crematísticos.

No se equivocó el evangelista Mateo, al decir: "…porque pobres, en todo tiempo los tendréis con vosotros, pero a mí no siempre me tendréis…". No erró tras veintiún siglos de planetarios avances tecnológicos, baste leer el informe último de Amnistía Internacional.

En concurrencia, me impactaba como infante escuchar con unción piadosa el Miércoles Santo: Memento homo, quia pulvis es et in pulverem reverteris; y, de igual forma, la locución: Muchos habrán venido a prometeros cosas que no cumplieron jamás.Yo os digo esto: nosotros somos jóvenes; pronto -lo veréis- tendremos ocasión de cumplir o incumplir lo que predicamos ahora. Pues bien: si os engañamos, alguna soga hallaréis en vuestros desvanes y algún árbol quedará en vuestra llanura; ahorcadnos sin misericordia; la última orden que yo daré a mis… será que nos tiren de los pies, para justicia y escarmiento.

Paz y Bien en el siempre Cristo de Santa Teresa y San Francisco de Asís.

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