José Manuel Quesada

Placa en el casco histórico por los 500 años de Las Puras

Con motivo de este aniversario, la asociación de vecinos colocará una placa en reconocimiento a sus cinco siglos de vida en Almería Antonio Sevillano pronunciará una conferencia en septiembre

La asociación de vecinos Casco Histórico ha acordado realizar un reconocimiento a las religiosas Concepcionistas Franciscanas al cumplir la Orden 500 años de su llegada a Almería. Con este motivo, el próximo mes de junio se colocará en la entrada al convento de la calle Cervantes una placa conmemorativa de este histórico acontecimiento, en la que figurará sobre base de mármol el siguiente texto: 'La Asociación de Vecinos Casco Histórico a sus más antiguas e ilustres vecinas conventuales de la Orden de la Inmaculada Concepción (Las Puras). Ave María, gracia plena. En conmemoración del 500 aniversario de su venida a la ciudad, 1515-2015'.

Este reconocimiento público tendrá continuidad en el marco de la semana cultural del casco antiguo que cada año tiene lugar en el mes de septiembre y que en esta ocasión contará, entre otras actividades, con una conferencia a cargo del historiador y colaborador de Diario de Almería, Antonio Sevillano Miralles, que hablará sobre estos cinco siglos de vida de Las Puras en la ciudad.

Las religiosas de la Orden Concepcionista Franciscana se instalaron en el convento de Almería en 1515, siendo el tercero que se abrió en España y que en los momentos de mayor esplendor llegó contar con 45 hermanas de clausura. Realizado en estilo mudéjar sobre unas antiguas viviendas, tras el terremoto de 1522 se comenzaron a reconstruir los edificios que lo conforman.

Un patio descubierto, el compás, da acceso al torno de la comunidad en su acceso por calle Cervantes. La capilla con artesanado mudéjar y planta de una sola nave está presidida por un magnífico retablo barroco, considerado el más puro y bello de todas las iglesias almerienses, y en el mismo una imagen de la Inmaculada atribuida a la escuela de Alonso Cano.

En el claustro se encuentra la Torre Miramar, donde fuera restaurado el manto regio que posee la Virgen del Mar. A este patio dan las dependencias de trabajo y algunas de las sencillas y humildes habitaciones o celdas de las hermanas. Como religiosas de clausura, las monjas dedican mucho tiempo a rezar, pero también hacen los oficios, trabajan en el taller, tienen tiempo para el descanso y cada día se encarga una de ellas de hacer la comida.

Reciente aún la Semana Santa, hay que destacar la especial relación existente entre la comunidad de religiosas y la cofradía de Estudiantes, nacida desde que en 1996 acogieran sus imágenes titulares tras el incendio de la Catedral. En agradecimiento, se solicitó y concedió en 2006 el título de Concepcionista, que vendría a unirse a los de Real, Ilustre y Universitaria que ya poseía la hermandad. Son numerosos los actos que se celebran en su capilla como pregones o presentaciones de carteles, además de la pequeña imagen de la Inmaculada y las rosas que cada Miércoles Santo entregan las monjas al paso de la Virgen de la Esperanza.

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