LAfirmamos de forma fehaciente, notoria y pública, que nuestras Fuerzas Armadas e Institutos Armados, como el Cuerpo de la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía, pero muy especialmente en las Unidades de la Legión Española y los Regimientos de Regulares, es donde se hace patente la mística de nuestros Ejércitos, siempre disponibles para hacerse presente en todas y cada una de las Misiones que se le encomiendan, y que tras cumplir con exactitud el Credo legionario, la semana pasada regresaron con un loable y plausible éxito, el contingente militar integrado en la fuerza multinacional desplegada en tierras iraquíes para luchar contra el avance de las milicias del Estado Islámico.

A los militares y familiares, el general jefe de la Brigada de la Legión "Rey Alfonso XIII", Juan Jesús Martín Cabrero, les dedicó una cariñosa y afectiva arenga militar de bienvenida, propia de su grandilocuente personalidad y sociabilidad profesional, que repercute con excelente calidad en nuestras Damas y Caballeros legionarios en su preparación y adiestramiento, dando lugar una eficacia y eficiencia en la aplicación didáctica y metodológica del Credo legionario.

Escribiendo como amanuense este artículo con sentimientos de gratitud de la sociedad civil almeriense a nuestras amadas Fuerzas Armadas, incardinadas en la provincia de Almería, entre otras Unidades militares, el Tercio D. Juan de Austria, tuvimos noticia del hecho luctuoso producido en la sede castrense de la Benemérita Comandancia de la Guardia Civil de Almería, con el triste fallecimiento en acto de servicio del Agente especializado de los Tédax, D. Emiliano Quintana Fernández.

Este panegírico, que iba dirigida a elogiar a la Legión en Misiones Internacionales de carácter humanitario y seguridad, sean transustanciadas en unas franciscanas palabras de emoción, revestidas de respeto, consideración y aflicción a cuantos integran el laureado Instituto Armado de la Guardia Civil, dedicando con la venia del Coronel Jefe, la Oración del Legionario ante el simbólico monumento, presidido por el Santísimo Cristo de la Buena Muerte y la Virgen del Pilar, y desde las filas de la gloriosa Legión Española y la Guardia Civil, recordamos a quienes murieron con nobleza y honor: "Señor de la vida y la esperanza, fuente de salvación y de paz eterna, concede a nuestros difuntos el descanso eterno". ¡A España servir hasta morir!