DISTINGUIR lo accesorio de lo importante no es baladí. De hecho -cuando tanto se debate sobre qué y cómo debe enseñarse-, aprendizajes y conocimientos que faculten para esa distinción son de sobra relevantes, aunque no figuren en el apartado de ningún tema. Una aplicación directa de tan valiosa destreza tiene bastante que ver con la economía familiar, esa que dicen "micro" pero es la de verdad decisiva para los cambios en los índices de la "macro". De modo que prescindir de lo accesorio, cuando el bolsillo no está holgado, se convierte en una sabiduría de subsistencia con la que aplicarse en la disciplina de comprar lo necesario, casi lo primario, y no dejarse embelesar por lo que, si antaño eran caprichos desahogados, ahora entran en el elenco de lo superfluo y de lo prohibido.

Con el apoyo y la financiación pública debería ocurrir algo semejante. Y así, cuando la crisis arrecia con el látigo de los recortes, iniciativas y empeños hay que merecen librarse de la estrechez. Sin ir más lejos, un equipo de investigación de la Universidad de Granada, que lleva dos décadas plantándole cara a las células madre del cáncer, tiene dificultades para continuar sus trabajos y algunos de sus miembros han tenido que marcharse por esa sangría de la fuga de talentos, el reclamo de una beca o las más aventurera disposición a buscarse la vida en condiciones más propicias. La relevancia de la investigación tiene que ver con su objeto, ya que las células madre del cáncer son las causantes no solo del inicio de la enfermedad, sino de que vuelva a aparecer cuando parecía superada; además de invalidar los efectos de la quimioterapia y de la radioterapia y de permanecer en estado latente, haciéndose invisibles al diagnóstico con pruebas de resonancia magnética. Los prometedores hallazgos con animales han de dar el salto a las pruebas con humanos y los recortes lo ponen harto difícil. Numerosas iniciativas han surgido para apoyar el trabajo y la dedicación de estos investigadores, sin que proceda la trifulca de saber quién es el padre o la madre de los recortes ya que presupuestos hay en las distintas administraciones concernidas para no tirar la pelota de un tejado a otro.

Luego como muestra basta este botón, cuando lo importante cuenta además con el acuerdo y la conformidad, con el consenso ciudadano dirán algunos, y no debería desatenderse ante la prescindible entidad de lo accesorio.