Paso a Paso

Rafael Leopoldo Aguilera

¡Todo por la patria!

FESTIVO lunes, 12 de octubre, Día de la Hispanidad, Día de España, también celebramos el Día del Benemérito Cuerpo de la Guardia Civil con motivo de la onomástica litúrgica de su excelsa Patrona la Virgen del Pilar. Se necesitarían miles de folios para poder decir cuáles son los sentimientos que el pueblo español ha tenido, tiene y tendrá hacia tan laureado Instituto Armado, incardinado en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y colaborador con nuestras amadas Fuerzas Armadas.

En sus vetustos años de presencia corporal y espiritual entre los españoles, está demostrada de forma fehaciente, notoria y pública la eficacia y eficiencia operativa de todos cuantos han integrado e integran la Guardia Civil. Elogiar con sentida humildad franciscana la loable y plausible labor social y de fines humanitarios que realizan sus generales, oficiales, suboficiales y agentes de nuestra Guardia Civil; académicamente cum laude sobresaliente. Y así se recoge con sacratísima belleza y armónica sinfonía en su Himno, realizado con el corazón literario del Teniente Coronel José Osuna Pineda y el alma musical de Ildefonso Moreno Carrillo.

Instituto, gloria a ti,/por tu honor quiero vivir,/Viva España, viva el Rey,/viva el orden y la Ley, viva honrada la Guardia Civil./Benemérito Instituto,/ guarda fiel de España entera,/que llevas en tu bandera/el lema de paz y honor./Por glorificar el nombre/ que el gran Ahumada te diera,/con tu sangre noble y fiera,/has bordado tu blasón./Vigor, firmeza y constancia,/valor en pos de la gloria,/amor, lealtad y arrogancia,/ideales tuyos son./Por ti cultivan la tierra,/la Patria goza de calma,/ por tu conducta en la guerra/brilla airoso tu pendón./Instituto, gloria a ti,/por tu honor quiero vivir,/Viva España, viva el Rey,/viva el orden y la Ley,/viva honrada la Guardia Civil. En el ritual del acto castrense en el Patio de Armas, durante la ofrenda a los Muertos, lágrimas silenciosas en recuerdo testimonial de respeto y consideración a todos los Guardias Civiles que dieron su vida por España en actos de servicio, ayudando al prójimo, especialmente los difuntos, que fueron asesinados vilmente por el terrorismo etarra; quienes siempre estarán presentes en nuestra razón, y por supuesto a sus familias y compañeros, que han sabido con esfuerzo espiritual y fe, mantener la llama viva de amor y la pasión al Cuerpo de la Guardia Civil y a España.

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