Paso a paso

Rafael Leopoldo Aguilera

Salud y solidaridad

HOY, lunes de pascua navideña, preludio de los Santos Inocentes, que tan magistralmente expresó a través de la pintura, el polifacético Indaliano almeriense Jesús de Perceval, y cuyo lienzo se encuentra expuesto al público en la Casa Consistorial de Roquetas de Mar, hemos llegado al epílogo ilustrado de este electoral año de áridos y desérticos brotes verdes con pronósticos invertebrados y plurinacionales previsiones cansinas y quijotescas. Ante el elevado grado de confusiones telúricas de carácter alegórico al que estamos sometidos y sometidas, un día sí y otro también, en ámbitos filo académicos y entornos de intelectualidad espacial, no sé sí son "Reyes Magos" o "reinas magas", "Niño Jesús" o "niña Jesulina",…, digamos lo que digamos, de una forma u otra, en conclusión, a todo le sacamos "un pero" de conflictividad social. Todo es un "totum revolutum", y la identidad cultural de cada momento histórico va perdiendo su idiosincrasia en aras de la cultura del entretenimiento y del ocio no productivo. A ver, si en este bisiesto año de jubilar misericordia, que nos trae indulgencias y legislativas palabras con buenas intenciones, ante un sinfín de tribulaciones políticas sobre la gobernanza pública, impregnada con contradictorio espíritu nacional, no se desvía hacia matices y tintes melodramáticos incardinados en la memoria historiográfica de esta patria y/o país, que todos y todas, en mayor o menor medida, hemos conocido entre bambalinas y tramoyas. La ciudadanía en estos días de embrujo navideño, entre panderetas y zambombas, está en una expectante esperanza. Parece como si se hubiera recuperado ese duende, ese espíritu libertario de ruptura pactada de la etapa llamada Transición política con la Ley de Reforma Política, los Pactos de la Moncloa y la Carta Magna, que han permitido con cierto sentido de diálogo y pluralidad, respeto y consideración gubernamental, poder avanzar en los sentires democráticos, sin mirar mucho hacia atrás, ni para tomar impulso. Durante el 2016, IV aniversario de las exequias del profeta literario Miguel de Cervantes, desde quienes tienen mayor responsabilidad en la cosa y gestión pública, no se olviden de los pobres y necesitados, de los enfermos y encarcelados, de los que sufren persecuciones, de cuantos viven solos o abandonados al margen de la sociedad, de los ancianos y los niños, y de tantos quijotes y sanchos. Salud y Solidaridad.

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