La Escuadra de Mago

Nico García

Desesperación

PÉRDIDA total de la esperanza" o "alteración extrema del ánimo causada por cólera, despecho o enojo". Así define la RAE el término 'desesperación'. Imagínese aquel estudiante que ha hecho un importante desembolso económico para marcharse cuatro (si vas a curso por año) o cinco años a otra ciudad para hincar codos con objeto de sacarse un Grado. A lo que hay que sumar horas y más horas de cursos, inclusive el de inglés (para los de la EGB, ahora hay que aprobar un B1 de otro idioma para tener el título universitario, a pesar de que las asignaturas sean en castellano). Después de los miles de euros invertidos la mayoría de la juventud se topa con un difícil mercado laboral, en el que predomina la escasez de puestos, demasiados con sueldos irrisorios. Esa es la desesperación de los preparados jóvenes, marionetas en manos de bastantes jefes déspotas, conocedores de la situación. Al final, éxodo, con la desesperación creciente al ver que muchos ocupan altos puestos por puro enchufe, intrusismo laboral incluido. Desesperación en cualquiera de las dos primeras acepciones de la RAE. Desesperación como la que viven los seguidores unionistas. "El fútbol es lo más importante de las cosas menos importantes", dijo Valdano. De ahí que el esperpento ante el Lugo -el enésimo en los últimos años- no sea asunto menor. Desesperación es la ausencia de un organizador. Desesperación es contemplar que un jugador pasa de la grada al césped en seis días, del césped a la grada en otros tantos. Desesperación es comprobar cómo cuatro técnicos no han arreglado el desaguisado. Desesperación es la falta de autocrítica de los que visten corbata. Desesperación es la falta de ilusión. Desesperación es que un equipo del montón te encierre en los últimos minutos a pesar de que vas perdiendo. Desesperación es la sensación de que nadie sabe qué hacer.

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