CUANDO uno busca las razones de la negativa campaña de la UDA no saca una única razón, sino que son varios los factores que han llevado a pasar de la meta del ascenso a celebrar una permanencia en Segunda como si fuese el milagro de los panes y los peces. Sin embargo, con Ximo Navarro desde principio de temporada quizás otro gallo hubiese cantando. No para estar en ascenso directo, pero sí para ocupar una posición más tranquila. Los números no engañan. En diez jornadas con Ximo en el once, el Almería ha vencido en tres ocasiones. En las 18 anteriores, sin el granadino, los unionistas superaron únicamente al Leganés y Osasuna. Tras pasarse medio año en el dique seco por esa rotura del ligamento cruzado de su rodilla derecha, se ha convertido en el mejor fichaje de invierno con diferencia.

No sólo sus compañeros notan su vuelta a los terrenos de juego, sino que la afición disfruta de él. Aunque sea por poco tiempo. Tiene contrato hasta junio de 2017, pero logre el Almería la permanencia o no, el nivel del defensa de Guadahortuna es de Primera. El que suscribe esto no se pondría ni las gorras ni las gafas de Ximo, pero lo que importa es lo que sucede en el verde. Y ahí el '4' unionista cumple con nota. Primero porque nunca da un balón por perdido. Segundo, la zaga es otra con él; el equipo, también (nueve tantos encajados en sus diez jornadas de titular, por los 27 en las 18 anteriores). Tercero, a pesar de llevar sólo dos campañas aquí, toma galones. Y cuarto, los que más suelen dejarse la piel en una plantilla son aquellos con menos técnica. Pero no es el caso del granadino, con buen toque de balón. Además, tiene de verdad esa cualidad que gusta en los despachos de la Vega de Acá: polivalencia, actuando en cualquier posición de una zaga de cuatro o cinco efectivos. No hay motivos para ir al Mediterráneo y no disfrutar de Ximo.