Nazareno y costal Incienso y azahar

¿Está la Semana Santa politizada?

SÍ. Como todo actualmente. A veces pienso, que en determinadas cofradías está arraigado el "nacional - catolicismo"; y estas actitudes despiertan, equivocadamente, pero despiertan, el anticlericalismo trasnochado, no solo en quienes están al margen de esta tradición multisecular, sino en las propias cofradías, que ven muchos cofrades demasiada servidumbre y servilismo a quienes por obligación legal tienen el deber de coadyuvar al mantenimiento y crecimiento de esta cultura de la religiosidad popular. La Semana Santa es para los cristianos y los gentiles, todos y todas son hijos e hijas del mismo Dios, Uno y Trino, y están llamados a la santidad. Lo que sea de Dios a Dios y al Cesar para el Cesar, y no hay que mezclar las churas con las merinas. Aunque en momentos determinados todos estemos compenetrados para no solapar actuaciones de carácter público, ello no resta para que las Cofradías se dediquen a dar el mensaje salvífico de la Redención del Hijo del Hombre y de Dios; las cofradías son apolíticas, no se debe de hablar más que de agrandar el conocimiento y entendimiento con el Señor de la Vida y la Esperanza.

SÍ.Ya lo dijo Jesucristo: "Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios". Personalmente pienso que no hay que apartarse ni un milímetro de la auténtica y verdadera esencia de la Semana Santa, como manifestación de la religiosidad y piedad popular que no es sino dramatizar la pasión, muerte y resurrección del Señor. Pero somos humanos y hay que reconocer que es muy tentador invitar como pregonero o a hacer alguna levantá a tal o cual político para ganárselo o famosos de moda que acapare portadas de periódicos o revistas de papel couché o instantes televisivos y situar a nuestra Cofradía entre las primeras del escalafón, las más afamadas del ranking cofrade a base de despilfarro. A invitar al cortejo a autoridades que desfilen a cara descubierta para darle prestigio a la procesión o a militares vistosos con armas y bandas de guerra que acumulan miles de curiosos. Cuando se hace Estación de Penitencia ha de ser de forma anónima, sin ostentación alguna, con sobriedad, recogimiento, sencillez, austeridad, arrepentimiento. El exhibicionismo y la ostentación sobra y todo lo demás también.

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