Paso a paso

Rafael Leopoldo Aguilera

Obra de Dios

LUNES de resaca electoral, tras el domingo 26 de junio, festividad litúrgica de San Josemaría Escrivá de Balaguer fundador del OPUS DEI, "Obra de Dios" o, sencillamente "la Obra", ocho años antes de que estallase la guerra incivil española entre el 17 y 18 de julio de 1936. Un fin de semana democrático de interés literario con la lectura del libro de José Luis González Gullón: DYA, La Academia y Residencia en la historia del Opus Dei (1933-1939).

Le lectura de este libro ayuda a entender la figura de San Josemaría y los modos con los que comunicó el mensaje de la Obra. Al aproximarnos a esa época, denominada de plenitud cultural, una "Edad de Plata", con intelectuales, escritores y artistas de tres generaciones, la del 98, la del 14 y la del 27, asistimos a un periodo muy cercano al momento fundacional; unos años en los que el fundador recibía lo que denominó particulares "luces de Dios".

Hasta la fecha se habían publicado estudios breves sobre la biografía del fundador como en libros de historia de la Obra, pero DYA es una publicación para lectores que no estén especializados con la Segunda República española o con la historia del Opus Dei, y junto a su metodología, encuadrada en la historia cultural y religiosa, tanto en el análisis del contexto del momento como en los aspectos sociológicos y prosopográficos. Tal y como está sucediendo en estos momentos de intensas tribulaciones espirituales derivadas de conductas y comportamientos intransigentes y demagógicos, Josemaría Escrivá de Balaguer era muy consciente de que se vivía el nacimiento de un nuevo fenómeno pastoral en la vida de la Iglesia. En el libro vamos a descubrir, de forma sintética, muchas de las facetas que componen la vida y el mensaje de Josemaría Escrivá de Balaguer, sobre todo lo concerniente a la vida espiritual, lo que la iglesia llama santidad de vida, que, en este caso, culminó con su canonización en el año 2002, aspecto clave, e imprescindible, para quien desee entender el vigor que desplegó para extender el Opus Dei.

A ver sí con la gracia de Dios, el buen humor y un mensaje, como decía san Josemaría desde la fundación del Opus Dei un 2 de octubre de 1928, sirve para la llamada universal a la santidad en la vida ordinaria, sin que haya ningún eclipse legal, que nos impida quebrar el principio de los derechos a la libertad ideológica y de creencias dentro del marco constitucional.

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