La Escuadra de Mago

nico / garcía

Excedencia y paraíso

VIENDO en acción a Édgar y Raúl García en el Atlético-Alavés del pasado domingo, es imposible no preguntarse si volverán a vestir la elástica almeriense. Parece difícil en el caso de ambos, a pesar de ser ininteligible que el Almería tratase al gallego peor de lo que se merece por cualidades futbolísticas, máxime con la necesidad en los últimos años de un lateral zurdo de garantías defensivas. Las vueltas de Miguel Ángel Corona y Trujillo han sido las últimas de una lista peculiar formada por los unionistas que regresaron a la Vega de Acá sin haberse marchado en calidad de cedidos. Uche, Mané, Juanma Ortiz, Francisco, Soriano y Juanito (el último por dos veces) se marcaron una excedencia inhabitual en el mundo del fútbol, cesiones aparte.

La primera conclusión de estas excedencias es que aquí se vive como en pocas ciudades europeas. Sin ese cartel de Costa del Sol, del que Málaga se apropió, la tranquilidad y el clima son algunos de los aspectos muy a valorar por los futbolistas que se fueron de Almería en busca de un futuro mejor y que después echaron de menos. Al final esta tierra es más que desierto e invernaderos como piensan muchos, incluso oriundos de provincias muy cercanas.

Clima de Almería e idiosincrasia del almeriense, conformista. Porque lo último también influye para regresar (o fichar por primera vez) al Mediterráneo. El aficionado normalmente no suele exigir mucho. Y si lo hace, ya están los palmeros de turno para recordar que "esto no es Madrid ni Barcelona" o que "las críticas, a final de temporada". Y llega el final de curso y los hinchas vitorean a sus héroes o piden que Alfonso García bote sobre el césped del Nuevo Arcángel. Jugar en la Unión Deportiva Almería debe ser más fácil que en otros clubes. Vivir aquí, mejor que en otras ciudades. Lo de trabajar si no eres futbolista o director deportivo ya no es tan sencillo.

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