Paso a paso

Rafael Leopoldo Aguilera

Pregones festivos

EN plena feria y fiestas patronales de nuestra vetusta e ínclita villa milenaria con un desértico calor humeante, que nos hace buscar todo aquellos rescoldos, que nos alivien la pesadez cansina del agotador cuarenta de mayo. Qué mejor que con el aire festivo de los días, asistir con verdadera y auténtica unción pasional a los distintos y variados pregones, que se suelen llevar a puro y debido efecto para enaltecer la propia feria de la Costa del Sol de Almería desde el gran angular del don de la palabra.

Este año comenzaron nuestras fiestas con un pregón en un museo a cielo abierto con las fragancias y aromas de la mar de las Almadrabillas, junto al Cable Inglés, donde el excelente deportista Carlos Tejada Rovira, ante de miles de personas en total simbiosis de expectación, supo ganarse, una vez más, con sus palabras llenas de amor a la tierra, el afecto y cariño de todos los almerienses que estuvieron presentes. Sin solución de continuidad, pregones cuyo cordón umbilical siguen las entrañas del culto popular. La exhortación mariana del Subdelegado de Defensa Javier Ángel Soriano Trujillo, quien con sus historiográficas palabras rebosantes del Misterio de la Fe, elevaron la veneración a la patrona coronada y alcaldesa perpetua de Almería, la Virgen del Mar, a quien solicitamos su siempre intercesión teísta para los más necesitados - enfermos, desempleados…-. Es recomendable espiritualmente, la asistencia al sermón mitrado durante la Misa Pontifical.

Cambio de tercio para escuchar al Senador en las Cortes Generales de la invertebrada y plurinacional España, Luis Rogelio Rodríguez Comendador Pérez, en el Patio de Luces de la Diputación, fomentando con su voz institucional el toro de lidia desde el Coso de la Avenida de Vílchez. Y simultáneamente, otro pregón del arte taurino en el Círculo Mercantil desde la praxis científica, realizado por el cirujano Dr. Luis Ortega Martín Corral, que versó sobre la medicina y los toros.

Broche de oro floreado con rosas y los himnos de la Marsellesa y Riego, el panegírico disertado por el Catedrático José Montero Padilla en la Sala Capitular de la Casa Consistorial para recordar con un sentido academicista a los Mártires de la Libertad - Los Coloraos -, hilvanando con sapiencia un hecho histórico, que pudo significar un cambio de paradigma en los sentires gubernamentales y haber mejorado la unamuniana España.

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