Paso a paso

Rafael Leopoldo Aguilera

Poemas de la guerra

EN el 96 aniversario de la fundación de la Legión Española, 20 de septiembre, se celebrará con solemnidad cívico-militar en los Patios de Armas donde se encuentran incardinados los cuatro Tercios - Gran Capitán, Duque de Alba, Alejandro Farnesio y Juan de Austria-, Melilla, Ceuta, Ronda y Viator; y una forma de testimoniar nuestra adhesión a las damas y caballeros que integran estas Unidades de élite de las Fuerzas Armadas, es mediante la lectura del poemario prosístico que dedica en el libro "Afganistán, diario de un soldado" su autor poeta y militar Guillermo de Jorge. El pasado viernes fue presentada la obra literaria referenciada en el Centro Andaluz de las Letras, Biblioteca Villaespesa, Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía, por el periodista Antonio Lao y la escritora Pilar Quirosa y participación de Poetas del Sur, y refiriéndose Guillermo de Jorge a sus compañeros de armas, los exhorta en un sucinto párrafo: "dicen que somos iguales: dicen; pero nosotros sabemos que no es así, pertenecemos a una estirpe, a una historia, a un lugar donde nos han depositado una tradición, una forma de vivir, una sola manera de amar: somos la infantería española". Las 189 páginas de esta obra literaria editada por "Playa de Ákaba" y prologada por el escritor Lorenzo Silva, es un canto al amor, la amistad, el cariño, la ternura; poemas de guerra que terminan convirtiéndose en "poemas de la paz y del martillo", en las sentidas y humildes palabras de un intelectual como Guillermo de Jorge literato, al trasladar con valentía sociable y socializada en la atribulada sociedad actual las voces de Gerry Spence, quien dijo una vez: "hay solamente dos razas (y no se les distingue por el color); los que están libres y los que no"; aunque nosotros sabemos que entre aquellos que están libres, también existen dos clases de hombres: lo que son libres y los que mueren por aquellos que exigen su libertad. Guillermo de Jorge da una lección humanística y esperanzadora de la vocación militar, dando gratitud a todos cuantos formaron parte de su Pelotón en la Misión ASFOR, porque gracias a todos ellos, "sin duda alguna, no hubiese podido sobrevivir", enseñándole una de las cosas más importantes que existen en esta vida: el compañerismo. Y como proemio, a la memoria del Sargento de Infantería Ligera Antonio Abril y al Sargento 1º Joaquín Moya y para todos aquellos que con honor y valor dieron su vida por España: Siempre, siempre.

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