En unos cinco años será posible capturar las emisiones industriales de dióxido de carbono (CO2) para almacenarlo y evitar su emisión a la atmósfera. Así lo ha anunciado el catedrático de la Escuela Superior de Ingenieros de Sevilla (ETSI) Vicente Cortés, que dirige el programa de captura de CO2 de la Fundación Ciudad de la Energía promovido por el Gobierno español, dentro de las ponencias que integran la cátedra Holcim de Desarrollo Sostenible.

Cortés destacó, durante la charla que ofreció el viernes ante más de 150 alumnos de la ETSI de Sevilla, que ya se ha comenzado a construir una planta piloto de captura de este gas de efecto invernadero.

Ubicada en Ponferrada (León), es la tercera en el mundo, entrará en funcionamiento en 2010 tras una inversión de 74 millones de euros, y supone una "gran oportunidad" económica y tecnológica a nivel nacional ya que, según explicó el catedrático, "las energías renovables no van a solucionar el problema de la sostenibilidad energética ni de las emisiones de CO2".

Siguiendo esta línea de desarrollo de técnicas alternativas, Europa prevé tener en marcha unas doce plantas experimentales en funcionamiento en 2015.

Durante su turno de intervención, Jordi Bruno, ingeniero, profesor de la Universidad Politécnica de Cataluña y Director del subprograma de análogos naturales de la Fundación Ciudad de la Energía (CIUDEN), explicó que el sistema permite reproducir y acelerar el proceso que realiza la naturaleza con el carbono mediante un "pequeño atajo". Así, se inyecta el CO2 a gran profundidad en el subsuelo en zonas de rocas sedimentarias y con aguas salinas, donde este dióxido de carbono se disuelve y queda atrapado generando un proceso de mineralización en torno a las rocas similar al natural.

Tanto Cortés como Bruno hicieron hincapié en el hecho de que, junto a los necesarios avances tecnológicos, la captura y el posterior almacenamiento de CO2 deben contar con un decidido apoyo institucional y social. Este refuerzo será especialmente necesario para determinar en qué zonas subterráneas se almacenará el CO2 ya que, aunque este fenómeno se produce de manera natural y una de sus manifestaciones más conocidas son las aguas minerales carbónicas, podría causar un rechazo social derivado del desconocimiento sobre este tema.

La apuesta por los biocombustibles fue otro de los temas de debate durante la I Jornada sobre Cambio Climático de la Cátedra Holcim. Y es que, a pesar de que no cabe duda de que la reducción en la emisión de gases es una parte importante del desarrollo sostenible, ésta debe ir acompañada, a su vez, de una búsqueda de fuentes de energía más eficientes y menos contaminantes. En este sentido, Rafael Naranjo, presidente de Aurantia, señaló la necesidad de fomentar el desarrollo de nuevas generaciones de biocombustibles, como los que tienen su origen en las microalgas, que permitan obtener fuentes de energía limpias y de manera eficiente a la vez que se produce una captura del CO2 atmosférico mediante un proceso de fotosíntesis.

Manuel Soriano, director de Desarrollo Sostenible de Holcim España, expuso la valorización de residuos como un modelo de gestión razonable y sostenible para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Esto es especialmente relevante para España, ya que, desde 1990, la gestión de residuos ha incrementado sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en un 74%.

En concreto, Soriano habló de las posibilidades de reducción de CO2 en la industria cementera y los parámetros de ecoeficiencia centrados en la reducción del factor clínker-cemento, la sustitución de combustibles fósiles por residuos y biomasas, y la reducción del consumo específico de energía térmica.

En esta edición 2008-2009 la segunda jornada de la Cátedra Holcim versará sobre 'Biodiversidad' y la tercera, impartida en la Escuela de Arquitectura, abordará la temática de la Construcción Sostenible.