NUNCA me gustó la filosofía de Cruyff, ya que en numerosas ocasiones anteponía el fútbol espectáculo al resultado. Ello no le impidió triunfar, aunque siempre tuvo la ventaja de tener una gran plantilla y de poseer los mejores jugadores extranjeros del momento. Y es que dentro de una semana casi nadie se acordará de que el Almería hizo suficientes méritos para no salir derrotado de Mestalla. Además, otra vez un árbitro vuelve a equivocarse en nuestra contra, al señalar Mejuto González un penalti muy riguroso y al dejar sobre el terreno de juego a Maduro, que se hubiera ahorrado su lesión porque debió haber sido expulsado mucho antes. En resumen, el equipo va a más de la mano de Hugo Sánchez, tanto en el apartado físico como en el táctico, y la permanencia parece un objetivo más cercano que hace un mes. Dicho esto, desde mi punto de vista el Almería tan sólo cometió un error al intentar jugar con el Valencia de tú a tú. Se llegó con facilidad al área rival pero, no nos engañemos, los de Emery también lo hicieron, sobre todo en la primera mitad. Con la resurrección de Iriney, echo en falta la contundencia de Juanito en el centro del campo, que tan bien le vino el pasado año a Melo. Soriano ya no corre como antes y sólo le salva su buena colocación y experiencia. También, en un partido tan abierto y con espacios, Piatti podría haber entrado mucho antes sustituyendo a Juanma Ortiz. Y sigo sin olvidarme de Nieto, que como anoche manifestó el presidente, lo quería toda la segunda división e incluso algún equipo de primera como el Racing de Muñiz. El jugador ha realizado una buena elección porque acabará siendo titular indiscutible en el Almería.