AL final no ha podido ser. Unicaja lo acarició durante muchos días, pero Palma también tiene carácter y lo sacó a relucir. Nos ha faltado un poco para sentenciar la eliminatoria, pero todavía no hay nada decidido. Es cierto que Palma ha recuperado el factor cancha en el momento decisivo, aunque a un partido puede pasar cualquier cosa. Como que Unicaja vuelva a sorprender como hizo en el primer duelo de la eliminatoria, por ejemplo. Charly Carreño es de mi misma opinión y así lo trasladó a la conclusión del encuentro. Ahora mismo, los ahorradores tienen mucho más que ganar que perder. Lo normal es que los baleares, más regulares durante la liga y en su casa, se metan en la final. ¿Cuándo se ha regido el deporte por lógica? Creo que nunca; si no, miren las apuestas de favoritos para la Copa de Rey o para meterse en la final a cuatro de las CEV. Ya dijo Valido que los dieron por muertos antes de tiempo y, aunque ayer se perdiese, siguen a un paso de la final de la Superliga. Las opciones siguen intactas, aunque las circunstancias son diferentes. Pero al fin y al cabo, como dijo Ortega y Gasset, seguimos siendo nosotros mismos [esto es, uno de los clubes más laureados de España en voleibol] pese a que tengamos que jugárnoslo todo en Palma. Como vuelvan a darnos por muertos, un susto sí que se van a llevar. Así que no quiero ni que ustedes ni que los jugadores bajen los brazos. Lo bueno del deporte es que siempre te da una segunda oportunidad y sé que Unicaja la va a aprovechar el próximo jueves. Si por algo se han caracterizado este año estos que visten de verde es por su pundonor, su corazón, su entrega y su gallardía en todo momento. ¡Chavales, no nos falléis!