LO que anoche realizó el técnico mexicano no tiene nombre. Como máximo responsable de las sustituciones, parece inconcebible que el entrenador almeriense no hubiera pensado en homenajear a alguno de los jugadores que abandonarán en breve la entidad almeriense. Seguro que más de un aficionado acudió al campo dispuesto a ovacionar a varios integrantes de la plantilla. No es fácil encontrar partidos donde se puedan hacer este tipo de homenajes, ya sea porque hay algo en juego o porque la temporada ha sido mala. Sin embargo, Hugo Sánchez no supo o no quiso entender el sentir de la mayoría del público asistente. Nadie duda de que, por encima de todos, Negredo era el futbolista elegido para, con todo merecimiento, haber recibido una gran ovación. El madrileño es, junto a Felipe Melo, el mejor jugador que ha vestido los colores rojiblancos. Un gran ariete que en breve será internacional. Respecto a Hugo Sánchez, realmente no sé si anoche pudo mirar a la cara a la mayoría de integrantes de una plantilla a la que él mismo ha despreciado recientemente. Según el técnico estrella del fracasado Onieva, Alfonso García debería traer refuerzos de garantías para que no se manchara su prestigio. O sea, que el resto de los jugadores, han sido para el mexicano meras comparsas. Sinceramente, tras el partido frente al Atlético de Madrid, Alfonso García debería despedir a un entrenador que tan sólo ha traído al vestuario paz social. Para rematar la noche, no se aprovechó el horario unificado con el fin de mostrar el marcador simultáneo, y para colmo ni siquiera funcionó el reloj del marcador. En fin, lo que debió ser una fiesta, se convirtió en una amarga despedida.