MAÑANA se celebrarán los primeros actos de la nueva temporada, la tercera consecutiva en primera que, como se suele decir, ni los más viejos del lugar recuerdan. En esta ocasión sí que se cumple a rajatabla dicha afirmación, ya que como aficionados seremos los primeros testigos de este hito histórico. Después de la dura travesía por el desierto durante los años 80 y 90, atrás han quedado numerosos episodios vergonzantes de nuestra historia futbolística, que gracias a la seriedad de Alfonso García se están enterrando en nuestra memoria, y lo que es más importante, en la de los actuales y futuros integrantes de un club, que según un reciente informe, es el que menos debe de toda la Primera. Si alguien nos hubiera predicho esta situación en aquellos angustiosos años, lo habríamos tildado de iluminado. Se ha obtenido una excelente clasificación final en estas dos temporadas, nunca se ha estado en posiciones de descenso, hemos tenido el privilegio de contar con jugadores como Felipe Melo, que ya es titular con la selección brasileña, y con Negredo, de los cuatro encuentros disputados en casa frente a los dos grandes, Barça y Madrid, tan sólo caímos derrotados en uno de ellos, y así podríamos seguir, porque ni ha sido ni es un sueño. Es cierto que se han vertido duras críticas, aunque en aquellos difíciles momentos nadie hubiera entendido que con los números de estas dos exitosas campañas, se pudiera ser tan intransigente. Por eso les invito, estimados lectores, justo antes del comienzo de la nueva temporada, a reflexionar unos segundos y a valorar en su justa medida el privilegio que estamos teniendo con nuestra UD.