Graderío

Ramón Gómez-Vivancos García

Los lujos se pagan caro

¿CON qué mentalidad saltó al terreno de juego el Almería tras el descanso? ¿Con la de un equipo grande que se siente superior? Evidentemente un encuentro se puede empatar o perder por diversas circunstancias, pero un conjunto como el nuestro nunca debe prescindir de la tensión. En el primer tiempo el equipo le demostró a Hugo Sánchez lo que puede dar de sí, sin necesidad de encontrar excesivas facilidades por parte del rival. Sin embargo, en la segunda mitad el Almería se olvidó de dónde venía y quién era. La relajación con la que salieron los jugadores del vestuario tras el descanso, resultó ser fatal para nuestros intereses. Un mediocre Racing se apoderó de un encuentro sin apenas mostrar una propuesta futbolística convincente, y casi se lleva los tres puntos ante un Almería que ha pasado en un par de semanas de no creer en sí mismo, a pensar que puede conseguir la salvación sin agobios. Ni una cosa ni otra. Lo cierto es que, de nuevo, no tuvo precio escuchar el análisis que Hugo Sánchez realizó en sala de prensa, ya que a veces uno se pregunta si el técnico azteca suele contar una versión interesada o realmente de poco o nada le ha servido su dilatada experiencia como exitoso jugador. El entrenador almeriense incidió acertadamente en lo difícil que resulta mantener la máxima atención durante los noventa minutos, sin embargo comentó que gracias a su tensión permanente, Madrid y Barça lideran la clasificación, cuando precisamente estos equipos se permiten constantemente el lujo de perder la concentración dada su total superioridad. Por cierto, convendría que la directiva tampoco se descuidara, ya que la megafonía del estadio suena cada vez peor.

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