LA Universidad de Almería forma parte del primer Campus de Excelencia agroalimentario que se crea en nuestro país y esa es una magnífica noticia. Lo es por muchos motivos, el principal, porque estamos ante un tiempo nuevo, ante un cambio de concepto, de un proyecto único en España, tanto por el número de universidades que lo integran como por el modo en que lo hacen y el ámbito en el que inciden, así como por el valor intangible que dará a nuestras investigaciones, a la transferencia del conocimiento que se genere desde el Campus de Excelencia Agroalimentario (CEI-A3), el sello de calidad internacional que significa formar parte de este proyecto. Es muy importante que cinco universidades y otros tantos parques y otros centros tecnológicos, la mayor parte de las empresas andaluzas relacionadas con la agroalimentación y entidades como el CSIC o el IFAPA, vayamos de la mano en una iniciativa de esta envergadura. Supone un cambio radical en la mentalidad universitaria, poco acostumbrada a involucrarse en iniciativas de este tipo.

Las instituciones que hemos sido cómplices en este proyecto, las universidades de Córdoba, Jaén, Huelva, Cádiz y Almería, supimos ver desde el principio que juntas podíamos hacer y lograr mucho más que si afrontábamos el reto por separado.

Por eso, y por las características del proyecto, que busca crear una red de talento internacional a través de la mejora docente y científica, incidiendo en la I+D+i, mediante la utilización del modelo "open research" y concibiendo el campus dentro de un modelo social integral con especial atención a la sostenibilidad y al respeto medioambiental, teníamos plena confianza en la presentación que hizo el pasado miércoles en Madrid en nombre de todos nosotros el Rector de Córdoba, mi estimado amigo y colega José Manuel Roldán. El Campus de Excelencia Agroalimentario tiene como objetivo convertirse en herramienta tractora de uno de los principales sectores productivos de Andalucía, el agroalimentario, que como destacó el pasado jueves el Consejero de Innovación, Ciencia y Empresa, Martín Soler, mueve al año 15.000 millones de euros y genera 50.000 empleos en nuestra comunidad.

Desde esta tribuna quiero agradecer públicamente el apoyo de la Junta de Andalucía, especialmente el de la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa y también el mostrado por las de Agricultura y Pesca y Medio Ambiente, que desde el principio dieron su respaldo a este proyecto cien por cien andaluz, que tiene el encargo de desarrollar investigaciones muy ligadas al territorio y cuya importancia radica en la agregación, en la especialización y en la internacionalización.

Ahora, el reto es no fallar, es cumplir con los objetivos trazados porque el nivel de responsabilidad que nos hemos marcado es muy elevado. Lo primero que tenemos que hacer será el diseño del plan estratégico del Campus de Excelencia Agroalimentario. Contamos para ello con 7,5 millones de euros para el primer año, una cifra que servirá para ir sentando las bases de ese futuro campus integrado de universidades.

Nuestro objetivo es que el CEI-A3 sea líder nacional y referente internacional en investigación, transferencia y formación de expertos en agroalimentación y en sistemas de producción de alimentos, seguridad agroalimentaria, protección del medio ambiente y desarrollo sostenible.

Argumentos no faltan: las cinco provincias implicadas lideran la producción, exportación y comercialización en sectores como el del aceite, la industria cárnica, la fresa, los derivados del cerdo ibérico, producción láctea, el vino o las hortalizas. Además, las universidades que formamos parte del proyecto tenemos una fuerte complementariedad académica e investigadora, con más de 3.000 profesores y científicos y más de 200 grupos de investigación dedicados a la agroalimentación.

En definitiva, este es un proyecto concebido para dar respuesta a los retos agroalimentarios planteados para las próximas décadas de economía global. Ese es el futuro. El primer paso ya se ha dado. Ahora queda por delante el resto del camino.

Ese es el futuro. El primer paso ya se ha dado. Ahora queda por delante el resto del camino.