VIENDO lo que sucedió ayer en el Sánchez Pizjuán y lo que viene ocurriendo en otros partidos de esta temporada, cada vez queda más patente que a esta UD Almería lo único que le falta es un matador en el área. Nunca dejaremos de echar en falta a Negredo, irónico justiciero ayer de los rojiblancos. Hay buen portero (nadie pone en tela de juicio que Diego Alves está entre los mejores de la Liga); la línea defensiva es sólida (patinazo de Acasiete al margen) y el centro del campo está plagado de buenos jugadores de corte defensivo (Bernardello o M'bami) y otros con llegada al área (Soriano o Corona), pero en los metros finales se hace insuficiente la aportación de Goitom, que dicho sea de paso ayer se desfondó en el campo. La única diferencia es que el vallecano enchufaba todo lo que caía en sus pies como si tuviera un imán en las botas y tanto Kalu Uche como Goitom necesitan varias ocasiones para definir. Y eso, en un equipo modesto, es un lujo. Hace unos días me contaba un compañero de profesión que de esto sabe un rato que cada vez cree con mayor firmeza que el estreno en Primera con Emery no fue tan luminoso como puede parecer. Valora como no podía ser de otra forma el ingente trabajo del guipuzcoano, pero alega que teniendo en plantilla a Felipe Melo junto a Negredo (por no citar a Pulido, Bruno o Mané), ese año se habría podido lograr la UEFA sin excesivo esfuerzo; de hecho se rozaron las posiciones europeas para terminar concluyendo el año sin apuros. Aquella etapa quedó finiquitada y ahora tampoco hay malos mimbres, pero la sensación de que cuesta más trabajo hacer gol continúa brotando en el ambiente. Si a eso añadimos la tradicional inquina que los árbitros se gastan con los almerienses, el resultado es la agonía semanal para sumar puntos. Esperemos que siga habiendo tres peores porque la media de la primera vuelta ni siquiera arroja ya un punto por partido y así no se va a ninguna parte...