LA fortaleza del área científico-tecnológica del Campus de la Universidad de Almería es innegable y cada día mayor: a la sede científica del Parque Tecnológico PITA, donde se ubican ya 15 Empresas de Base Tecnológica de la UAL, se suman las de otros Centros Tecnológicos como el CTAP (de la piedra,), el CTAER (de energías renovables), Centros de Investigación como el CIESOL, el futuro Centro de Investigación en Biotecnología Agroalimentaria, el Centro de estudio de las Migraciones, el Centro para el seguimiento y Evaluación del Cambio Climático, las Fundaciones Mediterránea y Tecnova y ahora también el nuevo edificio de la Estación Experimental de Zonas Áridas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC.

Que la Universidad de Almería cuente en su Campus con todos estos centros no hace sino reforzar la idea de que el sitio natural para un centro de investigación es siempre el campus universitario: el beneficio es constante y mutuo para las dos partes y la sinergia de colaboración que se establece aporta, como nos está demostrando la experiencia, siempre buenos resultados.

Para ilustrar esto que digo y en el caso que nos ocupa, retomo un ejemplo que hace tiempo ponía la directora del Centro Experimental de Zonas Áridas, Eulalia Moreno. El CSIC cuenta con un laboratorio de biología molecular que, sin embargo, no hace secuenciaciones genéticas; la Universidad, por su parte, sí tiene un equipo de secuenciación de ADN que puede beneficiarse de esos laboratorios. La Estación Experimental de Zonas Áridas cuenta con grandes equipamientos de los que no dispone la Universidad, como los simuladores de lluvia del laboratorio de desertificación, pero requiere de nitrógeno líquido que la UAL sí le puede facilitar.

Sin embargo, la colaboración y la sinergia va mucho más allá de determinados aspectos y colaboraciones o alianzas a nivel técnico. Desde hace ya tiempo, la cooperación entre grupos de investigación de reconocido prestigio, particularmente en el área de "Recursos Naturales" del Centro de Zonas Áridas y grupos de la Universidad de Almería se ha hecho habitual y fecunda, demostrando una elogiable capacidad para coincidir en objetivos científicos comunes, aunando la optimización de los recursos. Por ello, la presencia del Centro Experimental de Zonas Áridas en nuestro Campus Universitario constituye una excelente noticia. Por ello considero también que la colaboración entre nuestra Universidad y el CSIC no debe finalizar aquí y estamos abiertos a incrementarla en el futuro para alcanzar objetivos más ambiciosos.